La pérdida de sueño aumenta el riesgo de obesidad a través de una combinación de efectos sobre el metabolismo energético. Esta investigación, presentada en el Congreso Europeo de Endocrinología en Lisboa, resaltará cómo los patrones de sueño interrumpidos, una característica común de la vida moderna, pueden predisponer al aumento de peso, al afectar el apetito y las respuestas de las personas a la comida y al ejercicio.
En la cultura 24/7 del mundo moderno, un número cada vez mayor de personas informa que la reducción de la calidad del sueño de rutina y varios estudios han correlacionado la privación del sueño con el aumento de peso. La causa subyacente del mayor riesgo de obesidad por la interrupción del sueño no está clara, pero puede relacionarsea cambios en el apetito, metabolismo, motivación, actividad física o una combinación de factores.
El Dr. Christian Benedict de la Universidad de Uppsala, Suecia y su grupo han realizado una serie de estudios en humanos para investigar cómo la pérdida de sueño puede afectar el metabolismo energético. Estos estudios en humanos han medido e imaginado las respuestas conductuales, fisiológicas y bioquímicas a los alimentos después de la privación aguda del sueño.Los datos de comportamiento revelan que los sujetos humanos metabólicamente sanos y con falta de sueño prefieren porciones más grandes de alimentos, buscan más calorías, exhiben signos de una mayor impulsividad relacionada con los alimentos, experimentan más placer con la comida y gastan menos energía.
Los estudios fisiológicos del grupo indican que la pérdida de sueño cambia el equilibrio hormonal de las hormonas que promueven la plenitud saciedad, como GLP-1, a las que promueven el hambre, como la grelina. La restricción del sueño también aumentó los niveles de endocannabinoides, lo que se conocetener efectos que promueven el apetito. El trabajo adicional del equipo del Dr. Benedict muestra que la pérdida aguda del sueño altera el equilibrio de las bacterias intestinales, lo que ha sido ampliamente implicado como clave para mantener un metabolismo saludable. El mismo estudio también encontró una sensibilidad reducida a la insulina después de la pérdida del sueño.
el Dr. Christian Benedict comenta: "Dado que el sueño perturbado es una característica tan común en la vida moderna, estos estudios muestran que no sorprende que los trastornos metabólicos, como la obesidad, también estén en aumento".
Aunque el trabajo del Dr. Benedict ha arrojado luz sobre cómo los períodos cortos de pérdida de sueño pueden afectar el metabolismo energético, se necesitan estudios a más largo plazo para validar estos hallazgos. El grupo ahora está investigando los efectos a más largo plazo y también si prolongar el sueño en los que duermen cortos habitualmentepuede restaurar estas alteraciones en el apetito y el metabolismo energético.
El Dr. Christian Benedict dice: "Mis estudios sugieren que la pérdida de sueño favorece el aumento de peso en humanos. También se puede concluir que mejorar el sueño podría ser una intervención prometedora en el estilo de vida para reducir el riesgo de aumento de peso futuro".
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Sociedad Europea de Endocrinología . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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