Rascarse la piel desencadena una serie de respuestas inmunes que culminan en un mayor número de mastocitos activados células inmunes involucradas en reacciones alérgicas en el intestino delgado, según una investigación realizada en ratones. Esta comunicación recientemente identificada piel-intestino ayudailuminar la relación entre la alergia alimentaria y la dermatitis atópica un tipo de eccema, una enfermedad caracterizada por la piel seca y con picazón. El estudio fue apoyado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas NIAID, parte de los Institutos Nacionales de Salud,y dirigido por investigadores del Boston Children's Hospital.
La dermatitis atópica es un fuerte factor de riesgo para desarrollar alergia a los alimentos, pero la relación precisa entre las dos condiciones sigue sin estar clara. Como la picazón es un síntoma importante de la dermatitis atópica, las personas con la enfermedad, especialmente los bebés, a menudo se rascan la piel.Un estudio propone que rascarse la piel estimula la expansión de los mastocitos en el intestino.
Los investigadores descubrieron que algunas células de la piel responden al rascado, simulado aplicando y quitando pequeñas tiras de cinta adhesiva en la piel de los ratones, produciendo una proteína de señalización celular llamada IL-33, que ingresa al torrente sanguíneo.La IL-33 llega al intestino, funciona en conjunto con la IL-25, una proteína secretada por las células en el revestimiento del intestino, para activar las células linfoides innatas tipo 2 ILC2. Las ILC2 activadas producen dos proteínas adicionales de señalización celular, IL-13 e IL-4, que fueron responsables de la expansión de los mastocitos intestinales.
Los investigadores también descubrieron que a medida que los mastocitos se expandían, el revestimiento intestinal se volvía más permeable, lo que facilitaba la entrada de alérgenos en los tejidos. En particular, los ratones que se sometieron a la extracción de cinta tuvieron reacciones más severas al alérgeno alimentario que los ratones que no lo hicieron. Finalmente, los investigadores encontraron que las biopsias intestinales de cuatro niños con dermatitis atópica contenían más mastocitos que las de cuatro niños sin la afección.
Aunque se necesita trabajo adicional para determinar la relevancia de los hallazgos para los humanos, los investigadores sugieren que las intervenciones para limitar la picazón podrían disminuir la gravedad de la alergia alimentaria entre las personas con dermatitis atópica.
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Materiales proporcionado por NIH / Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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