Los investigadores de robótica de la Universidad de California en San Diego han utilizado por primera vez una impresora 3D comercial para incrustar sensores complejos dentro de las extremidades y pinzas robóticas. Pero descubrieron que los materiales disponibles comercialmente para la impresión 3D aún deben mejorarse antes de que los robots puedanser completamente funcional
Los investigadores que se especializan en la impresión en 3D siempre han tratado de hacer un robot completo en una sola impresión, una máquina que podría alejarse de la impresora cuando termine. Esto facilitaría imprimir más robots más rápido.también permitiría imprimir robots en 3D sin supervisión humana, por ejemplo, en la luna o Marte.
Uno de los principales obstáculos en el camino hacia este objetivo es el desarrollo de sensores efectivos para robots blandos. Esto se debe a que los robots blandos y flexibles a menudo tienen superficies y movimientos complejos que son difíciles de equipar y cubrir con sensores hechos con técnicas de fabricación tradicionales.Estos tipos de robots son más flexibles que sus primos rígidos y pueden trabajar de manera segura al lado de los humanos.
La percepción de los investigadores de la Universidad de California en San Diego fue doble. Recurrieron a una impresora disponible comercialmente para el trabajo Stratasys Objet350 Connex3, un caballo de batalla en muchos laboratorios de robótica. Además, se dieron cuenta de uno de los materiales utilizados por elLa impresora 3D está hecha de partículas de carbono que pueden conducir la energía a los sensores cuando están conectados a una fuente de energía. Por lo tanto, los robotistas utilizaron la resina negra para fabricar sensores complejos incrustados dentro de piezas robóticas hechas de polímero transparente. Diseñaron y fabricaron varios prototipos, incluida una pinza.
Al estirarse, los sensores fallaron aproximadamente a la misma tensión que la piel humana. Pero los polímeros que utiliza la impresora 3D no están diseñados para conducir electricidad, por lo que su rendimiento no es óptimo. Los robots impresos en 3D también requieren mucho procesamiento posteriorantes de que puedan ser funcionales, incluido el lavado cuidadoso para limpiar las impurezas y el secado.
Sin embargo, los investigadores siguen siendo optimistas de que en el futuro, los materiales mejorarán y harán que los robots impresos en 3D equipados con sensores integrados sean mucho más fáciles de fabricar.
"La impresión integrada de sensores es un proceso poderoso que podría permitir y mejorar la integración perfecta de sensores en robots blandos, pero aún no existe una plataforma adecuada, disponible comercialmente y fácil de usar que permita a los usuarios imprimir simultáneamente actuadores y sensores blandos", escriben los investigadores
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Materiales proporcionado por Universidad de California - San Diego . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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