Los cráneos antiguos de los sistemas de cuevas en Tulum, México sugieren que las primeras poblaciones de América del Norte pueden haber tenido un alto nivel de diversidad morfológica, según un estudio publicado el 29 de enero de 2020 en la revista de acceso abierto PLOS ONE de MarkHubbe de la Ohio State University, EE. UU., Alejandro Terrazas Mata de la Universidad Nacional Autónoma de México, México, y sus colegas.
El debate sobre los orígenes de los primeros humanos en las Américas se ha basado en relativamente pocos datos, en parte debido a la rareza de los primeros restos humanos en América del Norte.
El sistema costero de cuevas de piedra caliza en su mayoría inundadas en la ciudad de Tulum en el estado mexicano de Quintana Roo abarca al menos ocho sitios diferentes con restos humanos antiguos aproximadamente 13-8 kya. Después de fechar y escanear cuatro relativamente bien conservadoscráneos recuperados de diferentes sitios dentro de esta red de cuevas, Hubbe y sus colegas utilizaron la morfología craneofacial para comparar estos cráneos con un conjunto de datos de referencia de poblaciones humanas modernas en todo el mundo.
Los autores encontraron una diversidad inesperadamente alta entre los cráneos. Mientras que el cráneo más antiguo mostró una estrecha asociación morfológica con los norteamericanos modernos del Ártico en Groenlandia y Alaska, el segundo cráneo más antiguo demostró fuertes afinidades con las poblaciones europeas modernas, un nuevo hallazgo para los primeros estadounidensessigue utilizando este tipo de comparación de referencia. De los dos cráneos restantes, uno parecía mostrar asociaciones con grupos asiáticos y nativos americanos, mientras que el otro mostraba asociaciones con poblaciones árticas además de tener algunas características modernas de América del Sur.
Estos hallazgos son sorprendentes teniendo en cuenta que los estudios anteriores no han demostrado este nivel de diversidad: el trabajo anterior sobre restos sudamericanos ha encontrado asociaciones consistentes con los grupos modernos australo-melanesios y africanos, y con especímenes del Pleistoceno tardío encontrados en Europa y Asia.Los autores afirman que los primeros colonizadores norteamericanos pueden haber sido muy diversos, pero esa diversidad se redujo cuando algunas poblaciones se dispersaron en América del Sur. Este estudio subraya la necesidad de buscar nuevas pruebas arqueológicas en todo el continente para construir modelos más sólidos de diversidad temprana, migración y dispersióna través de las Américas.
Los autores agregan: "Cuatro cráneos antiguos descubiertos en las cuevas sumergidas de Quintana Roo, México, muestran que los primeros estadounidenses tenían una gran diversidad biológica desde la ocupación inicial del continente".
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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