Un grupo de investigadores descubrió que los dientes constituyen un archivo biológico permanente y fiel de la totalidad de la vida del individuo, desde la formación de los dientes hasta la muerte. Su trabajo proporciona nuevas pruebas del impacto que tienen los eventos, como la reproducción y el encarcelamientoun organismo.
"Nuestros resultados dejan en claro que el esqueleto no es un órgano estático, sino dinámico", explica Paola Cerrito, candidata al doctorado en el Departamento de Antropología y Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York y autora principal del artículo, que aparece enel periódico Informes científicos .
Los otros autores del artículo incluyen a Shara Bailey, profesora del Departamento de Antropología de la NYU, Bin Hu, científico investigador asociado de la Facultad de Odontología de la NYU y Timothy Bromage, profesor de la Facultad de Odontología de la NYU.
La investigación se centró en el cemento, el tejido dental que cubre la raíz del diente. Comienza a formar capas anuales, similares a los "anillos" de un árbol, desde el momento en que el diente emerge en la boca.
"El descubrimiento de que los detalles íntimos de la vida de una persona se registran en este tejido poco estudiado, promete llevar al cemento directamente al centro de muchos debates actuales sobre la evolución de la historia de la vida humana", dice Bromage.
El Informes científicos el estudio probó la hipótesis de que los eventos fisiológicamente impactantes, como la reproducción y la menopausia en las mujeres y el encarcelamiento y las enfermedades sistémicas en hombres y mujeres, dejan cambios permanentes en la microestructura del cemento y que dichos cambios se pueden cronometrar con precisión.
"La microestructura del cemento, visible solo a través de un examen microscópico, puede revelar la organización subyacente de las fibras y partículas que componen el material de esta parte del diente", señala Cerrito, quien obtuvo su licenciatura en la Universidad Sapienza de Roma.
En su trabajo, los científicos examinaron cerca de 50 dientes humanos, de entre 25 y 69 años, extraídos de una colección esquelética con antecedentes médicos conocidos y datos de estilo de vida, como edad, enfermedades y movimiento por ejemplo, de entornos urbanos a rurales.Gran parte de esta información se obtuvo de los familiares de los sujetos. Luego utilizaron una serie de técnicas de imagen que iluminaban las bandas de cemento, o anillos, y vinculaban cada una de estas bandas a diferentes etapas de la vida, revelando conexiones entre la formación de los dientes y otras ocurrencias.
"Un diente no es una porción estática y muerta del esqueleto", observa Cerrito. "Se ajusta y responde continuamente a los procesos fisiológicos.
"Al igual que los anillos de los árboles, podemos observar 'anillos de dientes': capas de tejido que crecen continuamente en la superficie de la raíz dental. Estos anillos son un archivo fiel de las experiencias fisiológicas y estresores de un individuo, desde embarazos y enfermedades hasta encarcelamientos y menopausia quetodos dejan una marca permanente distintiva "
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Materiales proporcionado por Universidad de Nueva York . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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