Se ha prestado mucha atención al uso de etanol como combustible para motores de combustión interna, ya sea solo o en combinación con otros combustibles, principalmente debido a sus posibles ventajas económicas ambientales y a largo plazo sobre los combustibles fósiles.
El combustible de etanol es una alternativa a la gasolina.
Se puede combinar con gasolina en cualquier concentración hasta etanol puro E100.
El etanol anhidro, es decir, el etanol sin agua, se puede mezclar con gasolina en cantidades variables para reducir el consumo de combustibles derivados del petróleo, así como para reducir la contaminación del aire.
En los EE. UU., La tolerancia al etanol depende del vehículo individual.
En Brasil, los vehículos que funcionan con etanol y de combustible flexible son capaces de funcionar con etanol hidratado, un azeótropo de etanol y agua.
Además, los vehículos de combustible flexible pueden funcionar con cualquier mezcla de etanol hidratado y gasolina, siempre que haya al menos un 20% de etanol.
Algunos sistemas de combustible flexible, como el Hi-Flex, utilizado por Renault y Fiat, también pueden funcionar con gasolina pura.
El etanol se usa cada vez más como un aditivo oxigenado para la gasolina estándar, como reemplazo del metil t-butil éter MTBE, siendo este último químico responsable de la contaminación considerable del agua subterránea y del suelo.
El etanol también se puede utilizar para alimentar celdas de combustible y producir biodiesel.