El uso de insectos como indicadores de desplazamiento post mortem es una técnica familiar representada en muchos programas de televisión de investigación de delitos. En realidad, esta práctica está lejos de ser clara.
Para evitar las exageraciones, los investigadores han analizado los estudios existentes para revisar cómo se han utilizado exactamente los insectos en las investigaciones legales y en qué medida estos métodos han sido útiles.
Basado en más de 170 publicaciones durante el siglo pasado, esta revisión, publicada en la revista de acceso abierto PeerJ , revela debilidades y creencias erróneas con respecto al uso de la entomología forense como evidencia de desplazamiento de cadáveres, así como muchos aspectos prometedores y oportunidades de desarrollo.
Aunque el análisis de insectos se ha utilizado en la investigación legal durante décadas, solo unos pocos casos forenses han aplicado con éxito dicho método para indicar que un cuerpo fue movido.
Basado en un enfoque caso por caso, la distribución de especies, la temporalidad, el comportamiento y el análisis genético pueden ser útiles para inferir la reubicación post mortem. Sin embargo, tales inferencias no deben basarse en tendencias generales o resultados anteriores a una escala más amplia, sino que siempre se basanen experimentos locales realizados a posteriori para cumplir con las circunstancias de un caso forense dado.
Los investigadores también descubrieron que el tiempo es un factor clave: es poco probable que un cadáver que permanece brevemente en la primera ubicación sea colonizado por insectos locales, mientras que un cadáver que permanece durante un período muy largo habrá sido abandonado por los insectos antes de la reubicación del cadáverocurre.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionados por PeerJ . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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