Varios trastornos psiquiátricos se presentan con agresión y violencia, que, ni que decir tiene, son destructivos tanto para las personas como para las sociedades de todo el mundo: la muerte, la enfermedad, la discapacidad y numerosos problemas socioeconómicos a menudo se remontan a un comportamiento agresivo.
Pero a pesar de ser común, la agresión ha resultado muy difícil de tratar. Algunos regímenes farmacológicos pueden ser de alguna ayuda, pero los tratamientos fallan repetidamente, mientras que los psiquiatras aún consideran que ciertos tipos de agresión son intratables. Y una mirada a las noticias diarias revela que la violencia persiste a pesar delas mejores políticas y factores socioculturales para abordarlo.
En el nivel de la biología, los estudios de los genomas de individuos agresivos han tratado de identificar moléculas que podrían ser la base de la agresión. La idea detrás de esto es que si tuviéramos que identificar objetivos moleculares, podríamos desarrollar tratamientos más efectivos.
En un nuevo estudio, los científicos del Brain Mind Institute de EPFL, dirigido por la profesora Carmen Sandi, han identificado algunos de los mecanismos neurobiológicos clave que controlan la agresión. Los científicos optaron por estudiar una raza especial de ratones que muestran síntomas de trastornos psiquiátricos comoesquizofrenia, autismo y trastorno bipolar, todo lo cual puede implicar un comportamiento agresivo.
La característica principal de estos ratones es que carecen del gen que produce una enzima llamada ST8SIA2 ratones "noqueados". Esta enzima produce ácido polisálico, una molécula de azúcar que forma un complejo con un grupo de proteínas pegajosas en la superficie deneuronas y les ayuda a migrar y conectarse, particularmente durante el desarrollo prenatal y postnatal temprano, no solo en ratones, sino también en humanos.
Con base en esto, los investigadores intentaron averiguar si la ausencia de ST8SIA2, y por lo tanto, el ácido polisálico durante el desarrollo temprano, afecta el comportamiento agresivo y violento en los ratones. A menos que se provoque, los ratones normalmente no son agresivos, por lo que es fácilpara observar y medir las desviaciones en el comportamiento. Entre otras cosas en este estudio, los investigadores midieron el tiempo que les tomó a los ratones noqueados atacar a oponentes inofensivos como ratones juveniles o hembras si lo hicieron, y si los ataques fueron dirigidos a un cuerpo vulnerableencontraron que los ratones knockout mostraban signos de comportamiento agresivo anormal en comparación con los ratones sanos.
Además, el equipo analizó también dos rasgos de comportamiento que aumentan en ciertos tipos de agresión en humanos y pueden medirse de manera confiable en ratones: reducción del procesamiento del miedo y reducción de la ansiedad. Se sabe que ambos rasgos son importantes en elaparición de agresión anormal, especialmente en psicopatía y esquizofrenia.
"Los déficits en el aprendizaje del miedo se encuentran típicamente en individuos con psicopatía e individuos agresivos que muestran diferentes psicopatologías", señala Carmen Sandi. "Se ha hipotetizado que estos déficits promueven comportamientos antisociales, ya que impiden que los individuos aprendan del castigo y sigan unsocialización normativa "
Un examen más detallado de los cerebros de los ratones mostró que estas alteraciones del comportamiento se deben a problemas con las neuronas de la amígdala, el centro del procesamiento emocional y el comportamiento emocional del cerebro. Específicamente, los científicos descubrieron que las neuronas de la amígdala en los ratones noqueados eran en gran medidaincapaz de formar nuevas conexiones y mostró deficiencias con la neurotransmisión de glutamato, que transmite señales relacionadas con el procesamiento del miedo.
Con otros estudios moleculares, el equipo pudo identificar una deficiencia de un receptor neuronal en la amígdala como elemento clave para desarrollar la agresión. El receptor se llama NMDA este en particular se llama NMDA que contiene GluN2B y está involucrado enla conectividad de las neuronas, así como la formación adecuada de los recuerdos del miedo.
Armados con este descubrimiento, los investigadores procedieron a activar el receptor NMDA de los ratones agresivos con un medicamento D-cicloserina. Se descubrió que el tratamiento reduce efectivamente el comportamiento agresivo, así como el bajo miedo asociado a los animales.prueba de concepto en esta etapa, el hallazgo abre un objetivo farmacéutico potencialmente efectivo y un tratamiento de la agresión respaldado por evidencia biológica sólida.
"Nuestro estudio subraya un mecanismo neurobiológico clave que puede explicar el vínculo entre las alteraciones de la memoria del miedo y el desarrollo de la agresión patológica", dice Carmen Sandi. "Un próximo paso lógico será investigar si nuestros hallazgos pueden ayudar a mejorar las disfunciones agresivas en humanos"
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Materiales proporcionados por Escuela Politécnica Federal de Lausana . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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