Los adultos con y sin enfermedad de Alzheimer tienen mejores habilidades cognitivas a fines del verano y principios del otoño que en el invierno y la primavera, según un nuevo estudio publicado esta semana en Medicina PLOS por Andrew Lim del Sunnybrook Health Sciences Center y la Universidad de Toronto, Canadá, y sus colegas.
Ha habido pocos estudios previos sobre la asociación entre la estación y la cognición en adultos mayores. En el nuevo trabajo, los investigadores analizaron datos sobre 3,353 personas inscritas en tres estudios de cohortes diferentes en los EE. UU., Canadá y Francia. Los participantes se sometieron a pruebas neuropsicológicasy, para algunos participantes, los niveles de proteínas y genes asociados con la enfermedad de Alzheimer estaban disponibles.
Los autores encontraron que el funcionamiento cognitivo promedio fue mayor en el verano y el otoño que en el invierno y la primavera, lo que equivale en efecto cognitivo a una diferencia de 4.8 años en el deterioro relacionado con la edad. Además, las probabilidades de cumplir con los criterios de diagnóstico para el deterioro cognitivo leveo la demencia fueron más altas en el invierno y la primavera odds ratio 1.31, IC 95%: 1.10-1.57 que el verano o el otoño. La asociación entre la estación y la función cognitiva se mantuvo significativa incluso cuando los datos se controlaron para posibles factores de confusión, como depresión, sueño, actividad física y estado tiroideo. Finalmente, también se observó una asociación con la estacionalidad en los niveles de proteínas y genes relacionados con el Alzheimer en el líquido cefalorraquídeo y el cerebro. Sin embargo, el estudio se vio limitado por el hecho de que cada participante solo se evaluó una vez por cadaciclo anual, y solo incluyó datos sobre individuos de regiones templadas del hemisferio norte, no de regiones del hemisferio sur o ecuatoriales.
"Puede ser valioso aumentar los recursos clínicos relacionados con la demencia en el invierno y principios de la primavera cuando los síntomas son más pronunciados", dicen los autores. "Al arrojar luz sobre los mecanismos subyacentes a la mejora estacional de la cognición en el veranoy a principios del otoño, estos hallazgos también abren la puerta a nuevas vías de tratamiento para la enfermedad de Alzheimer ".
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Materiales proporcionados por PLOS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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