Investigadores de la Universidad de Lund en Suecia, en colaboración con colegas de la Universidad de Amsterdam, examinaron cómo 18 años de sequía afectan los miles de millones de bacterias vitales que se esconden en el suelo debajo de nuestros pies. Los resultados muestran que este tipo de clima extremodetermina cómo responden los suelos al cambio climático futuro.
Según el estudio, a los microorganismos que han sido sometidos a sequías a largo plazo les resulta más fácil que otros microbios recuperarse cuando la humedad en el suelo aumenta nuevamente.
"Nuestros resultados muestran que el clima histórico afectará la forma en que los microorganismos responden y contribuyen al cambio climático en el futuro. Las bacterias adaptadas a la sequía podrían disminuir la tasa de pérdida de carbono de los suelos", explica Lettice Hicks, bióloga de la Universidad de Lund.
En el estudio, ella y sus colegas examinaron el suelo que había sido sometido a una sequía a largo plazo, en este caso, 18 años de sequía experimental en verano. El objetivo era estudiar cómo se enfrentan los microorganismos y cómo se recuperan.
Cuando el suelo está húmedo, las bacterias están activas, descomponiendo el material orgánico. Este proceso proporciona nutrientes esenciales para las plantas y, mientras que una proporción del carbono de la materia orgánica se almacena en el suelo como tejido bacteriano, parte se libera enel aire como dióxido de carbono
Sin embargo, durante la sequía, las bacterias dejan de crecer y ya no realizan su importante tarea en el ecosistema. Cuando finalmente llueve y el suelo recupera la humedad, las bacterias comienzan a funcionar nuevamente. El resultado es un aumento inmediato de las emisiones de dióxido de carbonoen el aire, pero a medida que las bacterias se recuperan muy rápidamente, la fracción de carbono liberada del suelo disminuye.
"El balance de carbono se ve afectado, ya que el crecimiento de bacterias mantiene el carbono en el suelo. Estos hallazgos sugieren que las comunidades microbianas pueden adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes, y esto podría disminuir la tasa de pérdida de carbono de los suelos", concluye Lettice Hicks.
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Materiales proporcionados por Universidad de Lund . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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