Los investigadores de la Universidad de Otago han contribuido a un estudio internacional que ayuda a mejorar la comprensión de las bacterias y los virus.
publicado recientemente en la revista científica internacional Naturaleza , el estudio revela cómo los sistemas inmunes bacterianos pueden ser dañinos para sus huéspedes y por qué no se encuentran en todas las bacterias.
Investigadores de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, con el apoyo de la Universidad de Montpellier en Francia y el equipo de Otago, hicieron el sorprendente hallazgo de que la inmunidad antiviral CRISPR existente a menudo era una desventaja para la bacteria cuando estaba infectada por ciertos virus.
CRISPR se ha hecho conocido por su reutilización como herramienta para la ingeniería genética precisa. Sin embargo, los sistemas CRISPR segmentos de ADN se producen naturalmente en muchas bacterias y tienen la importante función de proporcionar inmunidad a las bacterias contra virus o ADN extraño.
Esto desencadenó una pregunta importante sobre si la automunidad es importante en otros patógenos bacterianos. Los investigadores de Otago, el Dr. Chris Brown, el Dr. Teyuan Chyou y el profesor Peter Fineran, utilizaron la bioinformática para abordar esta pregunta analizando más de 170,000 genomas bacterianos, incluidos diversos patógenos.El software utilizado fue desarrollado por los grupos Brown y Fineran de la Universidad de Otago, mientras que la reciente graduada de doctorado de Otago, Bridget Watson, contribuyó a los experimentos en el Reino Unido.
"Buscamos en la secuencia de ADN los sistemas CRISPR y los genomas virales integrados. Descubrimos que la autoinmunidad CRISPR tenía una naturaleza muy extendida", dice el Dr. Brown.
El profesor Fineran explica que esto sugiere que activar los potentes sistemas de defensa CRISPR es arriesgado para una bacteria. "Es importante destacar que esto puede ayudar a responder una pregunta de por qué estos sistemas de defensa están ausentes en el 60 por ciento de las bacterias".
por ejemplo Staphylococcus aureus los patógenos que a menudo toman genes adicionales para volverse resistentes a múltiples fármacos, rara vez tienen defensa CRISPR. Un ejemplo de esto es MRSA resistente a la meticilina Staphylococcus aureus una infección que a menudo ocurre en personas que han estado en hospitales u otros entornos de atención médica, como residencias de ancianos, que se ha vuelto resistente a muchos de los antibióticos utilizados para tratar las infecciones por estafilococos comunes.Rara vez tiene defensa CRISPR.
Este estudio forma parte de estudios más amplios destinados a comprender la carrera armamentista entre las bacterias y sus virus y tiene implicaciones significativas.
"Es importante destacar que este cambio en la comprensión de los sistemas de defensa de patógenos informará el diseño de nuevos tratamientos, particularmente aquellos que usan virus que matan bacterias patógenas o resistentes a los antibióticos", explica el Dr. Brown.
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Materiales proporcionado por Universidad de Otago . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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