A medida que envejecemos, el sistema inmunitario se deteriora gradualmente. Un aspecto de este deterioro es la inflamación crónica en los ancianos, lo que significa que el sistema inmunitario está constantemente activo y emite sustancias inflamatorias. Dicha inflamación crónica está asociada con múltiples problemas relacionados con la edadenfermedades como la artritis y la enfermedad de Alzheimer y las respuestas inmunes deterioradas a la infección. Una de las preguntas en la investigación sobre el envejecimiento es si la inflamación crónica es una causa del envejecimiento o una consecuencia del proceso de envejecimiento en sí mismo. Los científicos en el laboratorio del director Adam Antebi en elEl Instituto Max Planck de Biología del Envejecimiento en Colonia, Alemania, ha encontrado evidencia que sugiere que el aumento de la inflamación hace que el proceso de envejecimiento se acelere, y que existe un buen equilibrio entre el mantenimiento de la función del sistema inmune y la longevidad.
De su trabajo en el pequeño gusano redondo, Caenorhabditis elegans, los científicos descubrieron un cambio en un gen conservado evolutivamente llamado PUF60, que hizo que los gusanos duraran mucho tiempo pero al mismo tiempo amortiguaran la respuesta inmune. Los gusanos con este cambio vivieron alrededor del 20%gusanos más largos de lo normal, pero cuando se infectaron con ciertas bacterias, sucumbieron más rápidamente a la infección. Esto significa que un sistema inmunitario hiperactivo también tiene un precio: acorta la vida útil. Por el contrario, un sistema inmunológico menos activo vale la pena por más tiempovida útil, siempre y cuando el animal no muera por una infección.
¿Cómo regula PUF60 este fino equilibrio entre un sistema inmune mantenido y la longevidad? PUF60 funciona como un llamado "factor de empalme" y participa en la eliminación o "empalme" de segmentos en el ácido ribonucleico, ARNEste proceso es esencial para generar proteínas funcionales.
Los científicos descubrieron que el PUF60 modificado genéticamente perturba este proceso y altera la regulación de otros genes que participan en las funciones inmunes. "Estamos entusiasmados con este hallazgo porque implica un proceso muy fundamental en la célula para la inmunidad", diceAdam Antebi. "Estas observaciones, por supuesto, plantean más preguntas. En particular, determinar cómo la actividad PUF60 afecta la inmunidad y la longevidad, y cómo estos dos procesos están equilibrados será fundamental para comprender la relación entre la inflamación y el envejecimiento".
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Materiales proporcionado por Max-Planck-Gesellschaft . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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