Las células madre adultas son células indiferenciadas que se encuentran en todo el cuerpo y se dividen para reponer las células moribundas y regenerar los tejidos dañados.
También conocidas como células madre somáticas, se pueden encontrar en niños y adultos.
La investigación en células madre adultas se ha visto impulsada por su capacidad para dividirse o renovarse de manera indefinida y generar todos los tipos de células del órgano del que se originan, lo que podría regenerar todo el órgano a partir de unas pocas células.
A diferencia de las células madre embrionarias, el uso de células madre adultas en investigación y terapia no es controvertido porque la producción de células madre adultas no requiere la destrucción de un embrión.
Las células madre adultas pueden aislarse de una muestra de tejido obtenida de un adulto.
Se han estudiado principalmente en humanos y organismos modelo como ratones y ratas.
La definición rigurosa de una célula madre requiere que posea dos propiedades: Autorrenovación: la capacidad de atravesar numerosos ciclos de división celular mientras se mantiene el estado indiferenciado.
Multipotencia o potencial multidiferenciativo: la capacidad de generar progenie de varios tipos de células distintas, por ejemplo, tanto células gliales como neuronas, en oposición a la unipotencia, restricción a un tipo de célula única.
Algunos investigadores no consideran que esta propiedad sea esencial y creen que pueden existir células madre auto-renovables unipotentes.
Tratamientos con células madre Debido a la capacidad de las células madre adultas para ser extraídas del paciente, su potencial terapéutico es el foco de mucha investigación.
Las células madre adultas, similares a las células madre embrionarias, tienen la capacidad de diferenciarse en más de un tipo de célula, pero a diferencia de las células madre embrionarias, a menudo están restringidas a ciertos linajes.
La capacidad de una célula madre de un linaje para convertirse en otro linaje se llama transdiferenciación.
Los diferentes tipos de células madre adultas son capaces de transdiferenciarse más que otros, y para muchos no hay evidencia de que ocurra.
En consecuencia, las terapias madre adultas requieren una fuente de células madre del linaje específico necesario y cosecharlas o cultivarlas hasta los números requeridos es un desafío.
Los tratamientos con células madre adultas se han utilizado durante muchos años para tratar con éxito la leucemia y los cánceres de hueso / sangre relacionados mediante trasplantes de médula ósea.