La ionosfera es la parte de la atmósfera que está ionizada por la radiación solar.
Desempeña un papel importante en la electricidad atmosférica y forma el borde interno de la magnetosfera.
Tiene importancia práctica porque, entre otras funciones, influye en la propagación de radio a lugares distantes de la Tierra.
La parte más baja de la atmósfera de la Tierra se llama troposfera y se extiende desde la superficie hasta unos 10 km 6 millas.
La atmósfera por encima de 10 km se llama estratosfera, seguida de la mesosfera.
Es en la estratosfera donde la radiación solar entrante crea la capa de ozono.
En alturas superiores a 80 km 50 millas, en la termosfera, la atmósfera es tan delgada que pueden existir electrones libres por cortos períodos de tiempo antes de que sean capturados por un ion positivo cercano.
El número de estos electrones libres es suficiente para afectar la propagación de radio.
Esta porción de la atmósfera está ionizada y contiene un plasma que se conoce como ionosfera.
En un plasma, los electrones libres negativos y los iones positivos se atraen entre sí por la fuerza electromagnética, pero son demasiado enérgicos para permanecer fijos en una molécula eléctricamente neutra.
La ionosfera tiene parches irregulares de ionización.