La desigualdad social se refiere a procesos relacionales en la sociedad que tienen el efecto de limitar o dañar el estado social, la clase social y el círculo social de un grupo.
Las áreas de desigualdad social incluyen el acceso a los derechos de voto, la libertad de expresión y de reunión, el alcance de los derechos de propiedad y el acceso a la educación, atención médica, vivienda de calidad, viajes, transporte, vacaciones y otros bienes y servicios sociales.
Aparte de eso, también se puede ver en la calidad de vida familiar y del vecindario, la ocupación, la satisfacción laboral y el acceso al crédito.
Si estas divisiones económicas se endurecen, pueden conducir a la desigualdad social. [1] Las razones de la desigualdad social pueden variar, pero a menudo son amplias y de gran alcance.
La desigualdad social puede surgir a través de la comprensión de la sociedad de los roles de género apropiados, o a través de la prevalencia de los estereotipos sociales.
La desigualdad social también se puede establecer mediante una legislación discriminatoria.
Existen desigualdades sociales entre grupos étnicos o religiosos, clases y países que hacen del concepto de desigualdad social un fenómeno global.
La desigualdad social es diferente de la desigualdad económica, aunque las dos están vinculadas.
La desigualdad social se refiere a las disparidades en la distribución de los activos e ingresos económicos, así como entre la calidad general y el lujo de la existencia de cada persona dentro de una sociedad, mientras que la desigualdad económica es causada por la acumulación desigual de riqueza; la desigualdad social existe porque la faltade riqueza en ciertas áreas prohíbe que estas personas obtengan la misma vivienda, atención médica, etc. que los ricos, en sociedades donde el acceso a estos bienes sociales depende de la riqueza.
La desigualdad social está vinculada a la desigualdad racial, la desigualdad de género y la desigualdad de riqueza.
La forma en que las personas se comportan socialmente, a través de prácticas racistas o sexistas y otras formas de discriminación, tiende a filtrarse y afectar las oportunidades y la riqueza que las personas pueden generar para sí mismas.
Thomas M.
Shapiro presenta un ejemplo hipotético de esto en su libro, El costo oculto de ser afroamericano, en el que intenta demostrar el nivel de desigualdad en el "campo de juego para negros y blancos".
Un ejemplo que presenta informa cómo a una familia negra se le negó un préstamo bancario para usarla como vivienda, mientras que a una familia blanca se le aprobó.
Como ser propietario de una casa es un método importante para adquirir riqueza, esta situación creó menos oportunidades para que la familia negra adquiriera riqueza, produciendo desigualdad social.