La escasez de agua es la falta de suficientes recursos hídricos disponibles para satisfacer las demandas del uso del agua dentro de una región.
Ya afecta a todos los continentes y a alrededor de 2.800 millones de personas en todo el mundo al menos un mes de cada año.
Más de 1.200 millones de personas carecen de acceso al agua potable.
La escasez de agua implica estrés hídrico, escasez o déficit de agua y crisis hídrica.
Si bien el concepto de estrés hídrico es relativamente nuevo, es la dificultad de obtener fuentes de agua dulce para su uso durante un período de tiempo y puede provocar un mayor agotamiento y deterioro de los recursos hídricos disponibles. La escasez de agua puede ser causada por el cambio climático, como patrones climáticos alterados que incluyen sequías o inundaciones, mayor contaminación y mayor demanda humana y uso excesivo de agua.
Una crisis de agua es una situación en la que el agua potable no contaminada disponible dentro de una región es menor que la demanda de esa región.
La escasez de agua se debe a dos fenómenos convergentes: el uso creciente de agua dulce y el agotamiento de los recursos de agua dulce utilizables.
La escasez de agua puede ser el resultado de dos mecanismos: la escasez física absoluta de agua y la escasez económica de agua, donde la escasez física de agua es el resultado de recursos hídricos naturales inadecuados para abastecer la demanda de una región, y la escasez económica de agua es el resultado de la escasez de aguagestión de los recursos hídricos disponibles suficientes.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, este último se encuentra con mayor frecuencia como causa de países o regiones que experimentan escasez de agua, ya que la mayoría de los países o regiones tienen suficiente agua para satisfacer las necesidades domésticas, industriales, agrícolas y ambientales, pero carecen delos medios para proporcionarlo de manera accesible.
La reducción de la escasez de agua es un objetivo de muchos países y gobiernos.
La ONU reconoce la importancia de reducir el número de personas sin acceso sostenible al agua potable y al saneamiento.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio dentro de la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas establecen que para 2015 resuelven "reducir a la mitad la proporción de personas que no pueden alcanzar o no pueden pagar agua potable".