Denosumab es un anticuerpo monoclonal que actúa como un potente agente antirresortivo y ahora se usa ampliamente en el tratamiento de la osteoporosis.
Sin embargo, cuando se suspende el tratamiento, la reabsorción ósea se reanuda rápidamente y alcanza dos veces los niveles de referencia dentro de los 12 meses posteriores a la última inyección. Como resultado, durante el primer año sin tratamiento, la densidad mineral ósea DMO disminuye significativamente y el riesgo de fractura aumenta.Para contrarrestar este efecto, los pacientes pueden pasar de denosumab a otros antirresortivos, principalmente alendronato.
Este informe, una serie de casos de pacientes involucrados en el estudio FREEDOM, aborda si el zoledronato también podría ser una opción efectiva para prevenir la pérdida ósea después de la interrupción del tratamiento con denosumab a largo plazo.
Las seis mujeres, que habían recibido denosumab continuo durante siete años, tuvieron ganancias sustanciales en la densidad mineral ósea DMO: aumentaron un 18,5% en la columna y un 6,9% en la cadera total. Los pacientes recibieron una infusión única de zoledronato 5 mg seis meses después de la última dosis de denosumab Se midieron las DMO post-zoledronato 18-23 meses después del tratamiento.
Los autores concluyen que la administración de una infusión única de zoledronato seis meses después de la última dosis de denosumab no es suficiente para preservar las ganancias de DMO que resultan del tratamiento a largo plazo con denosumab.
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Materiales proporcionados por Fundación Internacional de Osteoporosis . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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