El caos frío y oscuro del espacio está lleno de misterio.
Afortunadamente, las formas en que podemos mirar las nieblas del vacío están aumentando, y ahora incluyen el telescopio Seimei de 3,8 metros de la Universidad de Kyoto.
Usando este nuevo instrumento, ubicado en la cima de una colina en Okayama, al oeste de Kioto, los astrónomos de la Escuela de Graduados de Ciencias de la Universidad de Kioto y el Observatorio Astronómico Nacional de Japón han logrado detectar 12 fenómenos de llamarada estelar en AD Leonis, un rojoenano a 16 años luz de distancia. En particular, una de estas erupciones fue 20 veces más grande que las emitidas por nuestro propio sol.
"Las erupciones solares son explosiones repentinas que emanan de las superficies de las estrellas, incluido nuestro propio sol", explica el primer autor Kosuke Namekata.
"En raras ocasiones, se producirá una superflama extremadamente grande. Esto ocasionará tormentas magnéticas masivas que, cuando se emiten desde nuestro sol, pueden afectar significativamente la infraestructura tecnológica de la Tierra".
Por lo tanto, comprender las propiedades de los superflares puede ser vital, pero su rareza significa que los datos de nuestro sol son difíciles de recopilar. Esto ha llevado a los investigadores a buscar exoplanetas similares a la Tierra y a examinar las estrellas que orbitan.
Escribiendo en el Publicaciones de la Sociedad Astronómica de Japón , el equipo informa sobre una larga semana de vistas de Seimei, junto con otras instalaciones de observación, a AD Leonis.
Esta enana roja de tipo M tiene temperaturas más bajas que la de nuestro sol, lo que resulta en una alta incidencia de erupciones. El equipo esperaba que varias de ellas fueran grandes, y se sorprendieron al detectar una superflare en su primera noche deobservaciones.
"Nuestros análisis de la superflare resultaron en algunos datos muy interesantes", explica Namekata.
La luz de los átomos de hidrógeno excitados de la superflama exhibió una cantidad de electrones de alta energía aproximadamente un orden de magnitud mayor que las erupciones típicas de nuestro sol.
"Es la primera vez que se informa de este fenómeno, y es gracias a la alta precisión del telescopio Seimei", dice Namekata.
El equipo también observó destellos donde aumentaba la luz de los átomos de hidrógeno excitados, pero no se correspondía con un aumento en el brillo en el resto del espectro visible.
"Esto también fue nuevo para nosotros, porque los estudios de destellos típicos han observado el continuo del espectro de luz, el amplio rango de longitudes de onda, en lugar de la energía proveniente de átomos específicos", continúa Namekata.
La alta calidad de estos datos fue gracias al nuevo telescopio, que el equipo espera que abra las puertas a nuevas revelaciones sobre eventos espaciales extremos.
Kazunari Shibata, líder del estudio, concluye: "Más información sobre estos fenómenos estelares fundamentales nos ayudará a predecir superflares y posiblemente mitigar el daño de la tormenta magnética aquí en la tierra".
"Incluso podríamos comenzar a comprender cómo estas emisiones pueden afectar la existencia, o el surgimiento, de vida en otros planetas".
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por Universidad de Kyoto . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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