Las personas que consumen leche y yogurt bajos en grasa, en lugar de productos lácteos enteros, son menos propensos a tener depresión, según investigadores en Japón y China.
El consumo de lácteos se ha relacionado durante mucho tiempo con una amplia gama de beneficios para la salud física, pero su efecto sobre la salud emocional sigue sin estar claro. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Psiquiatría social y epidemiología psiquiátrica revela que las personas que consumen productos lácteos bajos en grasa pueden ser menos propensas a la depresión
El profesor Ryoichi Nagatomi de la Universidad de Tohoku y sus colegas en Japón y China investigaron la asociación entre el consumo de lácteos enteros y bajos en grasa y los síntomas depresivos como el agotamiento, la tristeza, la ansiedad, la impotencia y la desesperanza. Este es el primer estudio que considera diferentes componentes deproductos lácteos enteros y bajos en grasa y la aparición de depresión.
El estudio involucró a 1.159 adultos japoneses entre las edades de 19 y 83. Hubo 897 hombres y 262 mujeres, de los cuales 31.2% y 31.7% respectivamente, estaban deprimidos.
Los investigadores preguntaron a los participantes en un cuestionario con qué frecuencia consumían leche o yogurt enteros o bajos en grasa. Los síntomas depresivos se evaluaron mediante la escala de depresión de autoevaluación, que consta de 20 preguntas y es una herramienta para distinguir a las personas con ysin depresión
El resultado mostró que las personas que consumían productos lácteos bajos en grasa entre una y cuatro veces por semana están menos deprimidas. La correlación se mantuvo incluso después de considerar otros factores críticos como la edad, el sexo, el estado de salud, el estado nutricional y el estilo de vida.
El estudio no encontró asociación entre el consumo de leche entera y los síntomas depresivos. Los investigadores especulan que esto se debe a que el ácido graso trans contenido en la leche entera, que está asociado con la depresión, canceló el efecto antidepresivo de otra lechecomponente, triptófano.
Los investigadores señalan que, dado que este fue un estudio transversal que analizó una población en un solo punto en el tiempo, no pudo explicar qué causó realmente esos resultados. Otros productos lácteos, como el queso y la mantequilla, no se incluyeron en elestudio. Tampoco está claro si la leche o el yogur tuvieron una influencia más fuerte. Se necesitan más estudios para confirmar y aclarar la causalidad de los hallazgos.
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Materiales proporcionado por Universidad de Tohoku . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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