Una nueva investigación muestra que las personas que beben alcohol o los hombres que fuman tienen más probabilidades de sufrir un empaste dental fallido. Sorprendentemente, el equipo de investigación también encontró que una diferencia genética en algunos pacientes se asocia con un aumento de las tasas de fracaso del llenado. El estudio, publicadohoy en la revista de acceso abierto Fronteras en medicina , tampoco muestra una diferencia importante en las tasas de falla del empaste entre los empastes de amalgama tradicionales y los empastes de resina compuesta más nuevos. Los resultados sugieren que el análisis genético podría ayudar a los dentistas a personalizar los tratamientos para sus pacientes, lo que podría conducir a mejores resultados.
Los empastes pueden fallar por una variedad de razones, incluida la reaparición de la caries inicial o el empaste que se desprende. Hasta ahora, el jurado ha estado deliberando sobre si los empastes de resina compuesta más nuevos son tan duraderos como los empastes de amalgama tradicionales, queuso durante más de 150 años pero que contienen mercurio, un metal tóxico.
Para investigar esto, investigadores de Estados Unidos y Brasil accedieron a un gran depósito de registros dentales de una escuela de odontología en Pittsburgh, que contenía información sobre empastes de pacientes y tasas de falla hasta cinco años después del procedimiento de empaste.
Los investigadores encontraron que, en general, no hubo grandes diferencias entre los pacientes que recibieron amalgama o empastes compuestos en términos de tasas de falla del empaste. Esto sugiere que los empastes compuestos son al menos tan duraderos como los empastes de amalgama y ofrecen una alternativa viable sin ingredientes tóxicos.
El repositorio también contenía información sobre los estilos de vida de los pacientes, incluidos los hábitos de fumar y beber, y una muestra de ADN de cada paciente, lo que permite al equipo investigar si el estilo de vida del paciente y los factores genéticos podrían afectar la tasa de falla de los empastes compuestos.
El equipo descubrió que en los dos años posteriores al procedimiento, los empastes fallaban con más frecuencia en los pacientes que bebían alcohol, y la tasa general de fracasos del llenado era más alta en los hombres que fumaban. Además, una diferencia en el gen de la metaloproteinasa de matriz MMP2,una enzima que se encuentra en los dientes, se relacionó con un aumento de la falla de llenado.
Los investigadores plantean la hipótesis de que MMP2 podría degradar la unión entre el empaste y la superficie del diente, lo que podría provocar fallas. Si bien este vínculo y la hipótesis preliminar son intrigantes, los investigadores aún no han confirmado si las diferencias en el gen MMP2 son responsablespara empastes fallidos, y será necesario investigar esto más a fondo. Sin embargo, los resultados sugieren que los factores personales de cada paciente parecen influir en su probabilidad de fracaso del empaste, en lugar del material de empaste que utilizó su dentista.
"Una mejor comprensión de la susceptibilidad individual a las enfermedades dentales y la variación en los resultados del tratamiento permitirá que el campo dental avance", dice Alexandre Vieira, un investigador involucrado en el estudio. "En el futuro, la información genética se puede utilizar para personalizartratamientos dentales y mejorar los resultados del tratamiento ".
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Materiales proporcionados por Fronteras . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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