El cerebro es increíblemente complejo, con alrededor de 86 mil millones de células nerviosas. El desafío para los investigadores de crear tejido cerebral de sobremesa a partir del cual puedan aprender cómo funciona el cerebro es extremadamente difícil.
Los investigadores del Centro de Excelencia ARC para la Ciencia de los Electromateriales ACES han dado un paso más cerca de enfrentar este desafío, al desarrollar una estructura en capas impresa en 3D que incorpora células neurales, que imita la estructura del tejido cerebral.
El valor del tejido cerebral de sobremesa es enorme. Las compañías farmacéuticas gastan millones de dólares probando medicamentos terapéuticos en animales, solo para descubrir en ensayos en humanos que el medicamento tiene un nivel de efectividad completamente diferente. No estamos seguros de por qué, peroel cerebro humano difiere claramente del de un animal.
Un cerebro de sobremesa que refleje con precisión el tejido cerebral real sería importante para investigar no solo el efecto de los medicamentos, sino también los trastornos cerebrales como la esquizofrenia y las enfermedades cerebrales degenerativas.
El director de ACES y autor de investigación, el profesor Gordon Wallace, dijo que el avance es un progreso significativo en la búsqueda de crear un cerebro de sobremesa que permita obtener importantes conocimientos sobre la función cerebral, además de proporcionar un banco de pruebas experimental para nuevos medicamentos y productos farmacéuticos.
"Todavía estamos muy lejos de imprimir un cerebro, pero la capacidad de organizar las células para que formen redes neuronales es un importante paso adelante", dijo el profesor Wallace.
Para crear su estructura de seis capas, los investigadores desarrollaron una bio-tinta personalizada que contiene materiales de carbohidratos naturales. Los materiales personalizados tienen propiedades que permiten una dispersión celular precisa en toda la estructura, al tiempo que proporcionan un nivel raro de protección para las células.
La bio-tinta se optimiza para la impresión 3D y se desarrolla para su uso en una instalación estándar de cultivo de células sin la necesidad de un costoso equipo de bioimpresión.
El resultado es una estructura en capas como el tejido cerebral, en el que las células se colocan con precisión y permanecen en su capa designada.
"Este estudio destaca la importancia de integrar los avances en la impresión 3D, con los de la ciencia de los materiales, para lograr un resultado biológico", dijo el profesor Wallace.
"Esto allana el camino para el uso de impresoras más sofisticadas para crear estructuras con una resolución mucho más fina".
La investigación, financiada a través de la Beca Laureate Australiana del Profesor Gordon Wallace, se publica en Biomateriales diario
Fuente de la historia :
Materiales proporcionados por Centro de excelencia ARC para la ciencia de electromateriales . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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