Los tratamientos para la presión arterial alta no revierten totalmente sus efectos dañinos sobre los ritmos vasculares que ayudan a la circulación de la sangre, dicen los investigadores.
La Organización Mundial de la Salud dice que la hipertensión afecta aproximadamente al 40% de las personas mayores de 25 años y es un factor de riesgo importante para enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e insuficiencia renal.
Un grupo interdisciplinario de científicos de la Universidad de Lancaster descubrió que la medicación convencional destinada a reducir la presión arterial alta restableció los ritmos vasculares normales solo en los vasos sanguíneos más grandes pero no en los más pequeños.
La profesora Aneta Stefanovska dijo: "Está claro que los tratamientos antihipertensivos actuales, si bien controlan con éxito la presión arterial, no restablecen la función microvascular".
Basado en un enfoque de fisiología de redes, los investigadores compararon un grupo de veinte años y dos grupos de más de 70 años, uno sin antecedentes de hipertensión y el otro tomando medicamentos para la presión arterial alta.
En el grupo de mayor edad en tratamiento por presión arterial alta, el tratamiento farmacológico restableció la función normal a nivel de arteriolas y vasos más grandes.
Pero cuando los investigadores estudiaron las propiedades dinámicas no lineales de los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo, encontraron diferencias entre los dos grupos más antiguos.
"Específicamente, el tratamiento hipertensivo actual no restableció completamente la coherencia o la fuerza de acoplamiento entre las oscilaciones en la frecuencia cardíaca, la respiración y los ritmos vasculares vasomotión.
"Se cree que estos son importantes en el comportamiento eficiente y adaptativo del sistema cardiovascular. De hecho, un aspecto del envejecimiento es el debilitamiento fisiológico progresivo de estos enlaces que mantienen el sistema cardiovascular reactivo y funcional.
"Los resultados no solo han confirmado observaciones previas de deterioro progresivo con la edad de los mecanismos subyacentes de coordinación entre la actividad cardíaca y microvascular, sino que por primera vez han revelado que estos efectos se exacerban en la hipertensión.
"El tratamiento antihipertensivo actual es evidentemente incapaz de corregir esta disfunción. Nuestros nuevos métodos de análisis multiescala podrían ayudar a optimizar futuros desarrollos farmacológicos que se beneficiarían de tener en cuenta la función microvascular".
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Materiales proporcionado por Universidad de Lancaster . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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