Un equipo de investigadores dirigido por el profesor de la ETH Rafael Polanía ha demostrado por primera vez que las decisiones nos parecen correctas si hemos comparado las opciones con la mayor atención posible, y si somos conscientes de haberlo hecho. Esto requiere una capacidadpara la introspección.
Comprar un auto de segunda mano a buen precio se siente bien. Pero elegir una dona que se ve deliciosa en el supermercado nos deja con dudas. Después de todo, decidimos llevar una dieta más saludable este año;¿Es mejor comprar una manzana?, todos hemos experimentado esta sensación en un momento u otro: algunas decisiones se sienten intuitivamente correctas, mientras que otras nos dejan con dudas e incluso pueden hacer que revisemos nuestra elección inicial, pero ¿de dónde viene esta sensación?¿viene de?
Por primera vez, un equipo de investigadores de ETH Zurich y la Universidad de Zurich dirigido por el profesor de ETH Rafael Polanía ha investigado esta pregunta sistemáticamente. Los autores utilizaron datos experimentales para desarrollar un modelo informático que puede predecir cómo un individuo elegirá entrediferentes opciones y por qué posteriormente podrían sentirse confiados o dudosos acerca de la decisión que tomaron.
“Usando nuestro modelo, hemos demostrado con éxito que es más probable que las decisiones se sientan correctas si hemos invertido un esfuerzo de atención significativo en sopesar las diferentes opciones y, además, somos conscientes de haberlo hecho”, dice Polanía, quiendirige el Decision Neuroscience Lab en ETH Zurich.
En consecuencia, la capacidad de cuestionar y revisar malas decisiones depende de qué tan bien seamos capaces de juzgar por nosotros mismos si sopesamos minuciosamente las opciones o nos permitimos distraernos durante el proceso de toma de decisiones. Esta autoconciencia,que los expertos suelen llamar introspección, es un requisito previo esencial para el autocontrol.
Examen de evaluaciones subjetivas de elección en el laboratorio
La confianza que tenemos en nuestras propias decisiones se basa en estimaciones de valores subjetivos que normalmente hacemos de forma automática y sin cuestionamientos como parte de nuestra vida cotidiana. Para permitir un análisis sistemático de cómo funciona este proceso, Polanía y su equipoestudió cómo los sujetos de prueba evalúan y seleccionan los alimentos cotidianos.
A los 35 participantes del estudio se les pidió inicialmente que evaluaran 64 productos de dos cadenas de supermercados suizas. Se les presentó una imagen de cada producto en la pantalla y se les preguntó cuánto les gustaría comer al final del experimento. En el segundoComo parte del experimento, a los sujetos de prueba se les mostró una serie de imágenes que mostraban dos productos al mismo tiempo. En cada caso, se les pidió que eligieran una de las dos opciones rosquilla o manzana, pizza o pera y luegocalificar cuánta confianza tenían en su decisión.
Para que el experimento fuera lo más realista posible, los participantes tenían que comer los productos después del experimento. Los investigadores usaron un escáner ocular durante las fases de evaluación y toma de decisiones para determinar si los participantes pasaban más tiempo mirando uno de losdos productos, con qué frecuencia su mirada se desplazó de izquierda a derecha y qué tan rápido tomaron su decisión.
Un mayor esfuerzo de atención conduce a una mayor confianza
Usando estos datos y un conjunto de datos similar de un grupo de investigación diferente, Polanía junto con su estudiante de doctorado Jeroen Brus desarrollaron un modelo de computadora que puede predecir bajo qué condiciones las personas tendrán confianza, o falta de ella, en sus decisiones. "Descubrimos que es particularmente probable que las personas tengan un mal presentimiento sobre una decisión si introspeccionan que no prestaron suficiente atención para comparar las diferentes opciones", dice Polanía.
El modelo utiliza los patrones de los movimientos oculares de los participantes para determinar cuánto esfuerzo ponen realmente en evaluar y comparar los diferentes productos. Se considera que alguien que se toma su tiempo y siempre tiene ambas opciones en la mira ha invertido un gran esfuerzo de atención,mientras que aquellos que tienden a fijarse en una sola opción y descuidan la otra son considerados menos atentos.
La mejor forma de ilustrar estos hallazgos es considerando un ejemplo de la vida cotidiana: si sin pensarlo añadimos una dona a nuestra cesta de la compra, incluso después de expresar nuestra intención de comer de forma más saludable, y posteriormente nos damos cuenta de que ni siquiera pensamos enalternativas más saludables, deberíamos tener poca confianza en nuestra decisión y revisarla.Si, por otro lado, somos conscientes de haber considerado cuidadosamente una serie de productos más saludables pero luego decidimos no hacerlo porque simplemente queríamos la dona más que una manzanao pera, debemos tener confianza en nuestra decisión.
Uso de la introspección para revisar malas decisiones
Según los autores del estudio, la capacidad de cuestionar las malas decisiones y tener confianza en las buenas depende en gran medida de cuán consciente sea un individuo de sus juicios de valor subjetivos y comparaciones después de tomar una decisión. Esto es algo a lo que los neurocientíficos se refieren comointrospección.
“Una vez que hemos tomado una decisión, podemos dudar de su valor y revisarla solo si somos realmente conscientes de que no prestamos suficiente atención para comparar las opciones”, dice Polanía. Esta capacidadporque la introspección también es una parte crucial de nuestra capacidad para ejercer el autocontrol. Sin ella, dice Polanía, sería mucho más probable que actuáramos según nuestras preferencias, por ejemplo, sobre alimentos no saludables sin cuestionarlos. La buena noticia es quepuede entrenar esta habilidad a través de ejercicios de atención plena y meditación.
Aplicaciones en gafas inteligentes y vehículos autónomos
Polanía dice que este modelo eventualmente podría incorporarse a gafas inteligentes que rastrean los movimientos oculares. "Las gafas podrían usar el modelo para determinar qué tan atentos estamos y dejarnos saber cuándo debemos cuestionar una decisión", dice.
Polanía también cree que el modelo podría ser útil para los autos sin conductor. Los algoritmos que se usan en los vehículos autónomos constantemente toman decisiones basadas en un flujo continuo de datos de los sensores del vehículo. "Nuestro modelo podría ayudar al vehículo a evaluar sus decisiones yrevíselos cuando sea necesario", dice Polanía.
Fuente de la historia:
Materiales proporcionado por ETH Zúrich. Original escrito por Christoph Elhardt. Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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