Utilizando escenarios futuros de cambio climático y proyecciones de calidad del agua, los expertos descubrieron que es probable que los sedimentos y las algas azul-verdes que producen nutrientes, fósforo y nitrógeno, aumenten en la Bahía de Missisquoi a pesar de los esfuerzos activos para reducir las cargas de nutrientes.
Un equipo compuesto por investigadores de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Ambientales de la Universidad McGill, el Institut de recherche et de développement en agroenvironnement y el Consortium on Regional Climatology and Adaptation to Climate Change ha estado estudiando los efectos de la tierra, el agua,y el cambio climático en la cantidad de nitrógeno y fósforo en la Bahía de Missisquoi durante 15 años. Utilizando modelos climáticos diseñados para probar una amplia gama de diferentes condiciones de temperatura y precipitación, el equipo descubrió que es probable que la presencia de estos nutrientes peligrosos aumenteen la bahía durante los próximos 50 años.
El estudio estima que el sedimento medio anual aumentará del 1% al 7%, el fósforo aumentará del 13% al 20% y el nitrógeno aumentará del 24% al 43% debido a las temperaturas más altas del aire, el deshielo temprano y más drenaje en elBahía resultante del cambio climático.
"Si estos resultados proyectados se hacen realidad, será muy difícil lograr los estándares de calidad del agua propuestos establecidos por los gobiernos de Vermont y Quebec, que comparten la jurisdicción de la Bahía", dice el investigador principal, el Dr. Chandra Madramootoo de la Universidad McGill"Será igualmente difícil prevenir la degradación del agua y la calidad del hábitat como resultado de la actividad humana y controlar el crecimiento de las floraciones de cianobacterias algas tóxicas azul-verdes" continúa el Dr. Madramootoo. "Esta investigación es de particular interés.interés para los responsables políticos, los involucrados en el manejo de cuencas hidrográficas y todos los involucrados con brotes de cianobacterias en lagos "
La bahía de Missisquoi, ubicada en la sección más septentrional del lago Champlain, es la fuente de agua potable para varias ciudades y apoya los deportes acuáticos, la pesca, los centros turísticos y otras actividades económicas y recreativas. La bahía y su cuenca son un ecosistema acuático excepcional comoproporciona hábitat y zonas de desove para varias especies de flora y fauna, entre las cuales se encuentran 25 especies en peligro de extinción o amenazadas.
Los resultados de este estudio podrían permitir a las partes interesadas desarrollar estrategias para adaptarse mejor a los impactos del cambio climático.
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Materiales proporcionados por Canadian Science Publishing NRC Research Press . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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