Nuevos hallazgos de investigadores franceses muestran que el cerebro dedica más recursos de procesamiento a situaciones sociales que indican una amenaza que aquellas que son benignas.
Los resultados en el diario eLife puede ayudar a explicar el aparente "sexto sentido" que tenemos para el peligro. Esta es la primera vez que se identifican regiones específicas del cerebro que están involucradas en el fenómeno. El cerebro humano es capaz de detectar amenazas sociales en estas regiones enuna moda rápida y automática, en solo 200 milisegundos
Aún más sorprendente para los científicos fue el descubrimiento de que las personas ansiosas detectan amenazas en una región diferente del cerebro de las personas que son más relajadas. Anteriormente se pensaba que la ansiedad podría conducir a una hipersensibilidad a las señales de amenaza. Sin embargo, el nuevoel estudio muestra que la diferencia tiene un propósito útil. Las personas ansiosas procesan amenazas utilizando regiones del cerebro responsables de la acción. Mientras tanto, las personas 'poco ansiosas' las procesan en circuitos sensoriales, responsables del reconocimiento facial.
Las manifestaciones faciales de la emoción pueden ser ambiguas, pero los investigadores lograron identificar qué es lo que hace que una persona sea particularmente amenazante. Descubrieron que la dirección en la que mira una persona es clave para mejorar nuestra sensibilidad a sus emociones.la mirada produce una respuesta en el cerebro en solo 200 milisegundos, más rápido que si la persona enojada mira a otro lado.
"En una multitud, serás más sensible a una cara enojada que mira hacia ti, y estarás menos alerta ante una persona enojada que mira a otro lado", dice la autora principal Marwa El Zein del Instituto Francés de Investigación Médica y de Salud INSERM y la Ecole Normale Supérieurein Paris.
Del mismo modo, si una persona muestra miedo y mira en una dirección particular, lo detectará más rápidamente que las emociones positivas. Tales reacciones rápidas podrían haber tenido un propósito adaptativo para la supervivencia. Por ejemplo, evolucionamos junto a depredadores que pueden atacar, morder opicadura. Una reacción rápida a alguien que siente miedo puede ayudarnos a evitar el peligro.
"En contraste con el trabajo anterior, nuestros hallazgos demuestran que el cerebro dedica más recursos de procesamiento a las emociones negativas que señalan una amenaza, en lugar de cualquier muestra de emoción negativa", dice El Zein.
Se analizaron las señales eléctricas medidas en los cerebros de 24 voluntarios mientras se les pedía que decidieran si las caras alteradas digitalmente expresaban enojo o miedo. Algunas caras mostraban exactamente la misma expresión, pero la dirección de su mirada se modificó. Se realizaron un total de 1080 ensayosllevado a cabo.
A menudo se ha teorizado que la ansiedad elevada, incluso en un rango no clínico, podría perjudicar el procesamiento cerebral de las amenazas. Sin embargo, El Zein y sus coautores encontraron que la ansiedad no clínica cambia la "codificación" neural deamenaza a los circuitos motores, que producen acción, a partir de circuitos sensoriales, que nos ayudan a reconocer caras. Los investigadores señalan que sería interesante determinar si lo mismo es cierto para las personas con puntuaciones de ansiedad en el rango clínico.
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Materiales proporcionados por eLife . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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