Nuestros cuerpos tienen una cantidad diez veces mayor de microbios que las células humanas. Este conjunto de bacterias se llama microbiota. En algunos casos, las bacterias conocidas como patógenos pueden causar enfermedades infecciosas. Sin embargo, estos microorganismos también pueden protegernos de ciertas enfermedades.Investigadores de Inserm, la Universidad Paris Descartes y el CNRS Centro Nacional Francés de Investigación Científica, a través de la colaboración con equipos de China y Suecia, han demostrado recientemente cómo la microbiota protege contra el desarrollo de diabetes tipo 1. Esta investigación se publica en el inmunidad diario, 4 de agosto de 2015.
Para combatir los patógenos, el sistema inmunitario ha desarrollado varios mecanismos para detectar, defender e incluso destruir microorganismos que son perjudiciales para el cuerpo. Esto incluye péptidos antimicrobianos y proteínas naturales que destruyen las bacterias patógenas al alterar su membrana celular. No soloson producidos por células inmunes, también son producidos por células cuyas funciones no están relacionadas con el sistema inmune.
Un equipo de investigación coordinado por Julien Diana, miembro investigador de Inserm en la Unidad 1151 "Institut Necker-Enfant Malades" [Instituto Necker para Niños Enfermos] Inserm / CNRS / Université Paris Descartes, se centra en una categoría de péptidos antimicrobianos, es decir, catelicidinas. Además de su función protectora, estos péptidos también han exhibido capacidades inmunorreguladoras contra varias enfermedades autoinmunes. Como tal, los científicos plantean la hipótesis de que las catelicidinas pueden estar involucradas en el control de la diabetes tipo 1, una enfermedad autoinmune en la que ciertas células del sistema inmunitarioatacar las células beta en el páncreas que secretan insulina.
En primer lugar, observaron que las células beta pancreáticas en ratones no enfermos producen catelicidinas y que, curiosamente, esta producción se ve afectada en ratones diabéticos.
Para probar esta hipótesis, están inyectando catelicidinas a ratones diabéticos donde la producción es defectuosa.
"La inyección de catelicidinas inhibe el desarrollo de inflamación pancreática y, como tal, suprime el desarrollo de enfermedades autoinmunes en estos ratones", afirma Julien Diana.
Dado que la producción de catelicidinas está controlada por los ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias intestinales, el equipo de Julien Diana está estudiando la posibilidad de que esto pueda deberse a la causa de la deficiencia de catelicidina asociada con la diabetes. De hecho, los investigadores han observado que los ratones diabéticostienen un nivel más bajo de ácidos grasos de cadena corta que el que se encuentra en ratones sanos.
Al transferir parte de la bacteria intestinal de ratones sanos a ratones diabéticos, están restableciendo un nivel normal de catelicidina. Mientras tanto, la transferencia de microorganismos reduce la aparición de diabetes.
Para los autores, "esta investigación es una prueba más del papel innegable que juega la microbiota en las enfermedades autoinmunes, particularmente en el control del desarrollo de la diabetes autoinmune".
Los datos preliminares, así como la literatura científica, sugieren que puede existir un mecanismo similar en humanos, allanando el camino para nuevas terapias contra la diabetes autoinmune.
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Materiales proporcionado por INSERM Institut national de la santé et de la recherche médicale . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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