Investigadores del Centro de Mente, Cerebro y Comportamiento CIMCYC de la Universidad de Granada España han analizado el cerebro de los agresores contra parejas íntimas a través de Imágenes de Resonancia Magnética Funcional, convirtiéndolo en uno de los tres únicos estudios en el mundo para estudiareste tema.
Los resultados de este estudio pueden tener implicaciones importantes para comprender mejor la violencia contra las mujeres, así como las variables relacionadas con la reincidencia en los maltratadores.
Un estudio pionero dirigido por un grupo de investigación de la Universidad de Granada España compara, por primera vez en el mundo, el funcionamiento cerebral de los agresores contra sus parejas o ex parejas con el de otros delincuentes cuando están expuestos aimágenes relacionadas con diferentes tipos de violencia.
Esta investigación, cuyos hallazgos acaban de ser publicados en la revista de Neurociencia social cognitiva y afectiva , demuestra las diferencias en el funcionamiento cerebral de los maltratadores en respuesta a imágenes relacionadas con la violencia de pareja íntima IPV. Este estudio es uno de los tres únicos estudios en el mundo que analiza el cerebro de los maltratadores con imágenes de resonancia magnética funcional.
Específicamente, el estudio realizado por UGR ha revelado que los agresores, en comparación con otros delincuentes, muestran una mayor activación en la corteza cingulada anterior y en la corteza prefrontal medial, y una reacción más pequeña en la corteza prefrontal superior en respuesta a las imágenesde violencia de pareja íntima en comparación con imágenes neutrales.
Además, la comparación directa de imágenes con diferentes contenidos de violencia también apoyó un perfil para el funcionamiento del cerebro específico de los maltratadores: hubo participación de la corteza prefrontal medial, así como una fuerte participación de la corteza cingulada posterior y la circunvolución angular izquierda enrespuesta a imágenes IPV.
Estos hallazgos pueden explicar algunas de las alteraciones psicológicas que describen los maltratadores cuando se encuentran con su pareja romántica, como estrategias de afrontamiento desadaptativas, problemas con la regulación de las emociones que se manifiestan por obsesiones sobre su pareja, estados de ánimo como miedo, ira o ira, miedo aabandono e inestabilidad afectiva repentina en forma de ansiedad.
El profesor de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada y coordinador principal de esta investigación, Miguel Pérez García, ha estado investigando durante años el funcionamiento mental y cerebral de los maltratadores, así como su perfil de reincidencia.ver, "los resultados de estos estudios podrían tener implicaciones importantes para comprender mejor la violencia contra las mujeres, así como las variables relacionadas con la reincidencia en los maltratadores".
secuelas neuropsicológicas de las víctimas
Los estudios antes mencionados forman parte de un área amplia de investigación neuropsicológica sobre la violencia de pareja íntima. Dentro de esta área, la investigadora de la UGR, Natalia Hidalgo Ruzzante, lidera un proyecto sobre secuelas neuropsicológicas presentadas en mujeres víctimas de IPV.
"Las mujeres que han sufrido violencia por parte de su pareja o ex pareja sufren una multitud de problemas físicos, psicológicos, neurológicos y cognitivos como consecuencia del abuso. Estos efectos negativos pueden ser causados por daños directos comoconsecuencia de golpes en la cabeza; pero también como daño indirecto al cerebro a través de alteraciones cerebrales producidas por secuelas psicológicas especialmente el estrés postraumático y por el efecto del cortisol en situaciones de estrés crónico ", explica Hidalgo.
La mayoría de las investigaciones existentes se centran en los trastornos físicos y psicológicos, y hay muy pocos estudios que hayan evaluado cómo el abuso puede afectar el cerebro de las mujeres que han sufrido violencia de pareja. Sin embargo, el investigador de la UGR indica que parece claro queEstas alteraciones cognitivas provocan otras dificultades asociadas en el funcionamiento social y laboral de las mujeres afectadas.
"Una evaluación neuropsicológica adecuada podría delinear las posibles alteraciones cognitivas, emocionales y de comportamiento causadas por este daño cerebral. Actualmente, las mujeres maltratadas no son evaluadas de forma rutinaria para el diagnóstico de posible deterioro neuropsicológico, y menos aún cuando el único precursor ha sidovíctima de abuso psicológico y no físico ", explica.
Actualmente, los esfuerzos de este grupo de investigación en la UGR se centran en el desarrollo de baterías para la evaluación cognitiva y programas específicos de rehabilitación para secuelas neuropsicológicas en mujeres víctimas de violencia.
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Materiales proporcionado por Universidad de Granada . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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