Las personas son fácilmente arrastradas a la obsesión de la cultura compulsiva por la comida chatarra. Pero, según un estudio publicado en Fronteras en la neurociencia conductual , podrían ser tan fácilmente capaces de salir de él.
Laura Corbit, profesora asistente de la Universidad de Sydney, y su equipo se preguntaron cómo se podría contrarrestar los hábitos alimenticios poco saludables. Tenían curiosidad por saber cómo las señales de alimentos, como las vallas publicitarias y los comerciales, afectan nuestras decisiones sobre dónde, qué y cómomucho para comer. ¿Cómo determina nuestro medio ambiente cómo comemos?
Para descubrir estrategias útiles contra la obesidad y las enfermedades metabólicas, utilizaron ratas de laboratorio para llevar a cabo una serie de experimentos repletos de oreos, pringles, serpientes de gelatina y chow.
Mostraron que los entornos donde se consumían rutinariamente sabrosas golosinas ricas en grasas y azúcares inducían el control habitual: los animales perdieron la capacidad de tomar decisiones nutricionales volitivas basadas en el valor actual de los alimentos. Pero el estudio también mostró que las ratas podrían ser fácilmentesacado de este estado.
Para las personas, el comportamiento habitual significa que los patrones de alimentación no están necesariamente dictados por una regulación de peso concienzuda y problemas de salud, sino también por señales externas de alimentos que dan forma y perpetúan ciertos hábitos alimenticios: un mundo donde las vallas publicitarias de McDonalds se ciernen en cada esquina, atrayéndotecon la promesa de comida barata, alta en grasas y alta en azúcar.
Un primer experimento respaldó esta idea al observar el control volitivo versus el control habitual en las ratas. Inicialmente, los animales recibieron exposiciones repetidas a la comida chatarra o ambientes de comida blanda. Después de ser privados de alimentos, fueron entrenados para presionar palancas que proporcionaban azúcaragua o gránulos. Luego, una vez que estaban llenos, fueron colocados nuevamente en ambientes de comida chatarra y comida blanda para ver si estos contextos distintos afectarían su comportamiento de búsqueda de alimentos.
Este primer experimento mostró que un ambiente de comida chatarra causaba que las ratas exhibieran un modo de comportamiento más habitual que un ambiente de comida suave.
¿Pero podrían los aspectos del entorno también revertir este comportamiento habitual?
En un segundo experimento, las ratas se sometieron a los mismos procedimientos que en el primer experimento. Esta vez, sin embargo, se tocaron señales de sonido distintas cada vez que las ratas se colocaron en contextos de comida chatarra o comida blanda, creando señales ambientales específicas asociadas con alimentos específicostipos
Los investigadores descubrieron que la señal que se jugó en el contexto de comida suave mejoró la sensibilidad a la devaluación de los alimentos, cuando las ratas se colocaron posteriormente en el contexto de la comida chatarra después de haber sido alimentadas.
Todo lo que se necesita para sacar a las ratas de un modo habitual de conducta y volverlas a un marco mental volitivo es todo lo que se necesita para una señal sonora combinada con comida suave.
La idea de que controlemos cómo, cuándo y qué comemos supone, erróneamente, que siempre somos lo suficientemente capaces de tomar decisiones sanas y medidas. Nuestras mejores intenciones podrían verse atacadas por un flujo constante de información sensorial.
Si la naturaleza habitual frecuente que se observa en las ratas se traduce en personas, este estudio ofrece una visión alentadora. Los investigadores sugieren utilizar intervenciones simples, como recordatorios de lo poco saludables que son ciertos alimentos o interrumpir el procesamiento automático de las señales de comida chatarra. Un númerode las aplicaciones para teléfonos inteligentes ya se han desarrollado para obstaculizar el consumo de alimentos poco saludables. Igualmente, simplemente colocar señales que indiquen opciones de alimentos saludables en un patio de comidas puede ser una forma efectiva de llevarnos a un estado mental volitivo.
Como corrector de la obesidad y la enfermedad metabólica, los humanos pueden encontrar sus propias señales preventivas, lo que puede sacudirlos por hábito y llevarlos a la salud.
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Materiales proporcionados por fronteras . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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