Las partículas diminutas en la contaminación del aire se han asociado con enfermedades cardiovasculares, que pueden conducir a la muerte prematura. Pero cómo las partículas inhaladas en los pulmones pueden afectar los vasos sanguíneos y el corazón sigue siendo un misterio. Ahora, los científicos han encontrado evidencia en humanos y animalesLos estudios que muestran que las nanopartículas inhaladas pueden viajar desde los pulmones al torrente sanguíneo, lo que podría explicar el vínculo entre la contaminación del aire y las enfermedades cardiovasculares. Sus resultados aparecen en la revista ACS Nano .
La Organización Mundial de la Salud estima que en 2012, alrededor del 72 por ciento de las muertes prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior se debieron a enfermedades cardíacas isquémicas y accidentes cerebrovasculares. Las enfermedades pulmonares, las infecciones respiratorias y el cáncer de pulmón se relacionaron con el otro 28 por ciento. Muchos científicos tienensospechaba que las partículas finas viajaban desde los pulmones hacia el torrente sanguíneo, pero la evidencia que respalda esta suposición en los seres humanos ha sido difícil de recolectar. Por lo tanto, Mark Miller y sus colegas de la Universidad de Edimburgo en el Reino Unido y el Instituto Nacional de Salud Pública y Medio Ambiente enlos Países Bajos utilizaron una selección de técnicas especializadas para rastrear el destino de las nanopartículas de oro inhaladas.
En el nuevo estudio, 14 voluntarios sanos, 12 pacientes quirúrgicos y varios modelos de ratones inhalaron nanopartículas de oro, que se han utilizado de forma segura en imágenes médicas y suministro de fármacos. Poco después de la exposición, se detectaron las nanopartículas en sangre y orina.Las nanopartículas parecían acumularse preferentemente en los sitios vasculares inflamados, incluidas las placas carotídeas en pacientes con riesgo de accidente cerebrovascular. Los hallazgos sugieren que las nanopartículas pueden viajar desde los pulmones al torrente sanguíneo y llegar a áreas susceptibles del sistema cardiovascular donde podrían aumentar la probabilidad deun ataque al corazón o un derrame cerebral, dicen los investigadores.
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Materiales proporcionados por Sociedad Americana de Química . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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