El profesor Richard Baines y el Dr. Carlo Giachello usaron una mosca de la fruta genéticamente alterada para mostrar que cuando la actividad del sistema nervioso se suprime al encender la luz amarilla a través de su embrión, no desarrollará síntomas de la enfermedad cuando envejezca.
Aunque el procedimiento solo se ha utilizado en moscas, el equipo cree que la investigación financiada por el Consejo de Investigación Médica por primera vez demuestra que el desarrollo de la epilepsia puede detenerse en seco si se trata lo suficientemente temprano.
Sin embargo, la técnica desarrollada y probada durante tres años y publicada en Biología actual , no beneficiará a las personas que ya tienen epilepsia.
El profesor Baines dijo: "Estamos entusiasmados con este descubrimiento que creemos que es una prueba de principio y un hito en la forma en que entendemos la epilepsia, aunque claramente se necesita más investigación en los mamíferos".
"Pero si estos resultados se llevan a su conclusión lógica, entonces podríamos prever la posibilidad de poder tratar a las personas en una etapa lo suficientemente temprana como para que no desarrollen los síntomas de la epilepsia".
"Después de todo, por sorprendente que parezca, la biología subyacente del sistema nervioso central es la misma en humanos que en moscas".
Las personas que sufren de epilepsia, debido a la presencia de una mutación genética, experimentan un período en el desarrollo de la enfermedad llamado proceso epileptogénico, un proceso por el cual un cerebro normal desarrolla epilepsia.
Los científicos ya han descubierto que comenzar el tratamiento con medicamentos antiepilépticos durante el proceso epileptogénico retrasará la aparición inevitable de convulsiones.
Sin embargo, este nuevo procedimiento, que comienza el tratamiento durante el desarrollo embrionario y utiliza luz para manipular la actividad del sistema nervioso en lugar de las drogas, parece prevenir permanentemente las convulsiones.
Las moscas no tienen ataques espontáneos como los humanos; sin embargo, según el equipo, no hay razón para sugerir que el efecto sea diferente.
La técnica expresa un gen llamado halorhodopsin, una herramienta 'optogenética' que permite que la luz amarilla controle las células en el tejido vivo, como las neuronas que se han adaptado genéticamente.
El Dr. Giachello agregó: "Al usar esta herramienta optogenética, descubrimos que si evitamos la actividad del sistema nervioso en un momento en que el embrión de mosca está entre 80 y 90% completamente desarrollado, las convulsiones se detienen por completo".
"La optogenética es un desarrollo reciente en biología que está causando bastante emoción, no solo en el tratamiento de la epilepsia sino también en otras enfermedades".
Los científicos han identificado muchos genes que hacen que los humanos estén predispuestos a la epilepsia. La identificación de estos genes hace posible detectar la enfermedad antes de que comience y, como muestra esta nueva investigación, podría ser posible intervenir para prevenirla.
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Materiales proporcionado por Universidad de Manchester . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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