Aunque la enfermedad de Parkinson a menudo se asocia con síntomas motores como rigidez, falta de equilibrio y temblor, los primeros síntomas a menudo son sensoriales e incluyen un sentido reducido del tacto y el olfato. En un estudio en ratones, los investigadores del Karolinska Institutet ahora han podidopara identificar los circuitos neuronales y los mecanismos detrás de esta pérdida de percepción sensorial. El estudio, que se publica en la revista científica Neuron, puede abrir caminos a los métodos de diagnóstico temprano.
Hay unas 18,000 personas con enfermedad de Parkinson en Suecia, y alrededor de 2,000 diagnósticos nuevos cada año. La enfermedad, que es una de nuestras afecciones neurológicas más comunes, actualmente es incurable, aunque sus síntomas pueden aliviarse.
Cuando pensamos en la enfermedad de Parkinson, a menudo nos enfocamos en sus síntomas motores, como la rigidez y el temblor, que son causados por una disminución gradual en el suministro de dopamina a un área del cerebro llamada estriado, el núcleo primario de entrada de los ganglios basales.
La investigación sobre la enfermedad de Parkinson se ha centrado principalmente en estas deficiencias motoras. Sin embargo, los pacientes también se ven afectados por problemas sensoriales graves, incluido un sentido del olfato, el tacto y la visión deteriorados, y esta área de investigación se ha mantenido relativamente descuidada.
"Nuestro estudio destaca los aspectos sensoriales de la función de los ganglios basales y presenta un nuevo enfoque de los mecanismos detrás de las deficiencias sensoriales observadas en la enfermedad de Parkinson", dice Gilad Silberberg, profesor asociado del Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska.
Los investigadores en el presente estudio usaron una ligera bocanada de aire para estimular los bigotes de ratones derecho o izquierdo, algunos de los cuales tenían un número especialmente bajo de células de dopamina, mientras usaban una nueva herramienta optogenética llamada optopatcher. Aplicando esta técnica, que permite registrar la actividad de las neuronas durante la manipulación con luz, pudieron ver qué neuronas en los ganglios basales estaban activas y cuándo transmitían señales.
"Al estudiar la actividad neuronal en el cuerpo estriado, descubrimos que las neuronas de los ratones con depleción de dopamina no indicaban correctamente si se estimulaban los bigotes derechos o izquierdos", dice el Dr. Silberberg. "Pero cuando tratamos a los ratonescon L-DOPA, el fármaco de Parkinson más utilizado, recuperaron su capacidad de distinguir entre izquierda y derecha ".
Se espera que el descubrimiento abra el camino para los métodos de diagnóstico temprano.
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Materiales proporcionado por Instituto Karolinska . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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