Investigadores japoneses de la Universidad de Osaka han descubierto una forma en que nuestras células regulan la reparación del ADN roto. Sus resultados, publicados en la revista "Cell Reports", muestran que una molécula común regula múltiples mecanismos de reparación y ayuda a arrojar luz sobre cómo la célulamantiene la integridad del genoma humano cuando está dañado.
El cuerpo humano consta de billones de células, y dentro de cada una hay miles de millones de moléculas de ADN. El mantenimiento estricto de las moléculas es esencial para mantener una célula sana y, por lo tanto, un cuerpo sano.
Este mantenimiento se ve desafiado por el bombardeo diario de productos químicos, luz UV, oxígeno radical y radiación que pueden dañar las moléculas de ADN. Si no se repara, el daño podría conducir a la inestabilidad genómica y la muerte celular. Afortunadamente, la evolución se ha creado en la célulamecanismos de reparación innatos para reparar cualquier ADN dañado.
"Los dos mecanismos en la célula son la unión final no homóloga NHEJ y la recombinación homóloga HR para reparar la rotura de doble cadena de ADN", explica Chikashi Obuse, profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Osaka.
Si bien NHEJ y HR funcionan para reparar el ADN dañado, responden a diferentes situaciones; tipos de daño, presencia o ausencia de plantillas homólogas o etapas del ciclo celular, etc. Lo que ha continuado eludir a los investigadores es cómo la célula sabe a qué sistema llamarObuse muestra en su último informe que el supresor de proteínas de la invasión de células cancerosas SCAI juega un papel importante en la selección de la FC.
Para estudiar la función de SCAI, Obuse y su equipo de científicos expusieron las células humanas a la irradiación de rayos X para dañar el ADN.
"Nuestros resultados sugirieron que SCAI se unía a 53BP1 para promover el reclutamiento de proteínas HR. Cuando agotamos SCAI, estas proteínas no se acumularon", dijo.
En particular, Obuse destacó la gran disminución de la proteína BRCA1 en los sitios de daño cuando se agotó SCAI. Por otro lado, la presencia de SCAI inhibió otra proteína, RIF1, para promover el reclutamiento de BRCA1.
"Se sabe que RIF1 inhibe la acumulación de BRCA1 en sitios dañados por ADN. Se une a 53BP1. Cuando observamos imágenes confocales de células, vimos que RIF1 inicialmente se acumuló en sitios de daño de ADN pero fue reemplazado gradualmente por SCAI", dijo Obuse.
Esto llevó a los científicos a preguntarse si SCAI y RIF1 compitieron para unirse a 53BP1 y si esta unión determinaba el mecanismo de reparación del ADN.
De hecho, experimentos adicionales mostraron que el estado de fosforilación de 53BP1 determinó su compañero de unión.
"La siguiente pregunta para nosotros es determinar qué quinasas aguas arriba son responsables de fosforilar los sitios de 53BP1 necesarios para unirse con SCAI", agregó Obuse. "Las moléculas de señalización aguas arriba serán importantes para ayudar a determinar la elección de la célula paraVía NHEJ o HR "
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Materiales proporcionado por Universidad de Osaka . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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