Un equipo de biólogos ha encontrado una fuente inesperada para el desarrollo del cerebro, un hallazgo que ofrece nuevos conocimientos sobre la construcción del sistema nervioso.
La investigación, que aparece en la revista ciencia descubrió que la glía, una colección de células no neuronales que durante mucho tiempo se habían considerado células de soporte pasivo, de hecho son vitales para el desarrollo de las células nerviosas en el cerebro.
"Los resultados nos llevan a revisar la visión a menudo neurocéntrica del desarrollo del cerebro para apreciar las contribuciones de las células no neuronales como la glía", explica Vilaiwan Fernandes, becario postdoctoral en el Departamento de Biología de la Universidad de Nueva York y el estudio.autor principal: "De hecho, nuestro estudio encontró que las preguntas fundamentales en el desarrollo del cerebro con respecto al momento, la identidad y la coordinación del nacimiento de las células nerviosas solo se pueden entender cuando se tiene en cuenta la contribución glial".
El cerebro está formado por dos tipos de células anchas, células nerviosas o neuronas y glía, que son células no nerviosas que constituyen más de la mitad del volumen del cerebro. Los neurobiólogos han tendido a centrarse en el primero porque estos son losceldas que forman redes que procesan información.
Sin embargo, dada la preponderancia de la glía en la composición celular del cerebro, los investigadores de la NYU plantearon la hipótesis de que podrían desempeñar un papel fundamental en el desarrollo del cerebro.
Para explorar esto, examinaron el sistema visual de la mosca de la fruta. La especie sirve como un poderoso organismo modelo para esta línea de estudio porque su sistema visual, como el de los humanos, contiene mini circuitos repetidos que detectan y procesan la luzsobre todo el campo visual.
Esta dinámica es de particular interés para los científicos porque, a medida que el cerebro se desarrolla, debe coordinar el aumento de las neuronas en la retina con otras neuronas en regiones distantes del cerebro.
En su estudio, los investigadores de la Universidad de Nueva York descubrieron que la coordinación del desarrollo de las células nerviosas se logra a través de una población de glía, que transmite señales desde la retina al cerebro para que las células en el cerebro se conviertan en células nerviosas.
"Al actuar como intermediario de señalización, la glía ejerce un control preciso no solo sobre cuándo y dónde nace una neurona, sino también sobre el tipo de neurona en la que se convertirá", señala el profesor de biología Claude Desplan, autor principal del artículo.
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Materiales proporcionados por Universidad de Nueva York . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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