Una nueva revisión global dirigida por la Universidad de Exeter que se propuso investigar los peligros de la contaminación plástica marina ha advertido que las siete especies de tortugas marinas pueden ingerir o enredarse en los desechos desechados que actualmente ensucian los océanos.
La investigación, que se realizó en colaboración con el Laboratorio Marino de Plymouth, la Comisión de Recursos de Vida Silvestre de Carolina del Norte, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, el Laboratorio Marino de la Universidad de Duke y la Universidad James Cook, se publica en el Revista CIEM de Ciencias del Mar y revela serias lagunas de conocimiento en las diversas y complejas vías en las que la contaminación plástica puede dañar la vida marina.
La autora principal, Sarah Nelms, del Centro de Ecología y Conservación del campus de Penryn de la Universidad de Exeter dijo: "Me sorprendió lo poco que se sabe sobre los impactos del plástico en las tortugas marinas".
"Sabemos que el plástico desechado representa una seria amenaza para la vida silvestre, pero este estudio muestra que se necesita más investigación con urgencia si queremos comprender la magnitud del problema".
La producción anual mundial de plástico ha crecido de 1,5 millones de toneladas a 299 millones de toneladas en los últimos 65 años y, como resultado, la contaminación por plástico está aumentando, tanto en tierra como en el mar.
El profesor Brendan Godley, que dirigió el equipo, dijo: "Cuando las tortugas ingieren plástico, pueden sufrir bloqueo intestinal que puede provocar desnutrición, lo que a su vez puede conducir a una mala salud, tasas de crecimiento reducidas, menor producción reproductiva e incluso la muerte".
"Es aleccionador pensar que casi todas las piezas de plástico que alguna vez entraron al mar todavía están allí; se descomponen y forman una gran sopa de microplásticos que podrían tener repercusiones a largo plazo aterradoras".
Enredarse en desechos plásticos, como la pérdida de aparejos de pesca o el embalaje desechado, puede causar laceraciones y aumentar la resistencia al nadar, lo que puede provocar ahogamiento o muerte por inanición.
La basura de la playa también puede enredar a las hembras que anidan o atrapar a las crías emergentes, al tiempo que puede afectar los nidos de tortugas al alterar la temperatura y cambiar la permeabilidad del sedimento en las playas de anidación.
El estudio demuestra que se requieren medidas urgentes para comprender mejor este problema y sus efectos en las tortugas marinas, de modo que se puedan desarrollar políticas de mitigación apropiadas y efectivas.
Los investigadores están pidiendo más trabajo para investigar los efectos subletales de la ingestión de plástico y la contaminación asociada de productos químicos relacionados con las partículas de plástico.
Otro trabajo incluirá el mapeo de puntos críticos de ingestión y enredos e identificación de las especies y clases de edad que están en mayor riesgo.
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Materiales proporcionado por Universidad de Exeter . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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