Los restos de un ejemplar de lince ibérico que vivió hace 1,6 millones de años, el más antiguo jamás descubierto, se encontraron descansando en una cueva de Barcelona España. Este descubrimiento no solo permite arrojar luz sobre el origen de uno deespecie felina más amenazada del mundo, pero también significa que la aparición de esta especie en la Península Ibérica se remonta medio millón de años antes de lo que se creía originalmente.
Este ejemplar recién descubierto era de 10 a 20 centímetros más grande y unos 10 kilogramos más pesado que el lince ibérico que actualmente habita en el Parque Nacional de Doñana en España. Su pelaje también era más largo que el actual para soportar temperaturas continuas cercanas al punto de congelación.La descripción del felino se formuló tras la realización de un estudio sobre uno de los primeros linces ibéricos que vivió en España.
Parte de un fósil craneal perteneciente a un lince ibérico Lynx pardinus se descubrió entre los huesos de caballo, cabra, ciervo, mamut lanudo, zorro y lobo conservados en la Cueva de Avenc Marcel ubicada en el macizo del Garraf de Barcelona.Este es el lince ibérico más antiguo que se ha encontrado en la Península Ibérica hasta la fecha y fue descubierto por el científico Manel Llenas en 2003.
Los restos fósiles de este felino son prueba de su presencia en la Península Ibérica hace entre 1,6 y 1,7 millones de años. Hasta ahora los científicos habían fechado la aparición del lince ibérico entre 1 y 1,1 millones de años. Así,Este descubrimiento significa que la aparición de este felino en la Península Ibérica en realidad se remonta 500.000 años antes de lo que los científicos pensaban originalmente
“Hemos confirmado esta aparición anterior del lince ibérico a partir de estudios moleculares iniciales que estiman la emergencia de este felino durante el Pleistoceno temprano en la Península Ibérica”, afirma Alberto Boscaini, investigador del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont ICP y el autor principal de este estudio publicado por Revisiones de ciencias cuaternarias .
Cronología de la evolución de esta especie
Para entender el origen de las especies más emblemáticas de la Península Ibérica y uno de los felinos más amenazados del mundo según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza UICN, primero debemos retroceder en el tiempo.
El ancestro común de todas las especies pertenecientes a lince género, Lynx issiodorensis , apareció por primera vez en América del Norte hace unos cuatro millones de años antes de extenderse a los continentes de Asia y Europa, donde persistió a lo largo del tiempo. Estas especies sufrieron pocos cambios, siendo el más evidente una disminución de tamaño.
La primera especie de lince en evolucionar fue Lynx rufus hace unos 2,5 millones de años cuando se dispersó por América del Norte. En Asia Lynx lince surgió, la especie que luego se extendería por Europa. Este felino también se extendió por Norteamérica hace unos 200.000 años, dando lugar a Lynx canadensis que desplazó Lynx rufus hacia el sur.
La población europea de L. issiodorensis condujo a la aparición de Lynx pardinus Hace un millón y medio de años. Desde entonces, esta especie ha sufrido pocos cambios en su genética y continúa habitando la Península Ibérica en la actualidad. Según los científicos, esta evolución pudo haber tenido lugar cuando la Península Ibérica quedó aislada debido a una ovarios períodos glaciales consecutivos.
La nueva fecha proporcionada por el estudio -1,6 millones de años- se alinea con el período de tiempo en que todo el sur de Europa, especialmente la Península Ibérica, se convirtió en refugio de la glaciación Cuaternaria.
Los períodos glaciares se alternaron con períodos interglaciares que "influyeron mucho en la vida silvestre, especialmente los mamíferos, en ese hábitat", agrega el experto.
Este refugio también fue hogar del conejo europeo Oryctolagus cunilus , presa principal del lince ibérico más del 75% de las veces.Los análisis morfológicos realizados en el cráneo encontrados en Cataluña confirman el tipo de dieta que consume este felino.
“Otras características craneales -como las relacionadas con la dieta de este carnívoro- son prueba de que el lince ibérico cazaba presas de pequeño tamaño como lagomorfos y roedores que tuvieron una gran presencia durante ese período”, afirma el investigador.
Según el estudio, la especiación del lince ibérico podría estar relacionada, por tanto, con la dieta especial que todavía siguen estos ejemplares que habitan nuestro planeta hoy en día, incluyendo al conejo como presa principal.
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