Aunque las bacterias no tienen órganos sensoriales en el sentido clásico, todavía son maestros en percibir su entorno. Un grupo de investigación en el Biozentrum de la Universidad de Basilea ha descubierto que las bacterias no solo responden a las señales químicas, sino que también poseen un sentido del tactoEn su reciente publicación en ciencia , los investigadores demuestran cómo las bacterias reconocen las superficies y responden a este estímulo mecánico en segundos. Este mecanismo también es utilizado por los patógenos para colonizar y atacar sus células huésped.
Ya sea a través de la mucosa o el revestimiento intestinal, los diferentes tejidos y superficies de nuestro cuerpo son puertas de entrada para los patógenos bacterianos. Los primeros segundos, el momento del tacto, a menudo son críticos para infecciones exitosas. Algunos patógenos utilizan la estimulación mecánica comoun factor desencadenante para inducir su virulencia y adquirir la capacidad de dañar el tejido del huésped. El grupo de investigación dirigido por el profesor Urs Jenal, en el Biozentrum de la Universidad de Basilea, descubrió recientemente cómo las bacterias perciben que están en una superficie y qué es exactamentesucede en estos primeros segundos cruciales.
Investigación centrada solo en señales químicas
En las últimas décadas, la investigación ha progresado enormemente en la exploración de cómo las bacterias perciben y procesan las señales químicas. "Sin embargo, tenemos poco conocimiento de cómo las bacterias leen los estímulos mecánicos y cómo cambian su comportamiento en respuesta a estas señales", dice Jenal"Utilizando el Caulobacter no patógeno como modelo, nuestro grupo pudo demostrar por primera vez que las bacterias tienen un 'sentido del tacto'. Este mecanismo les ayuda a reconocer superficies e inducir la producción del adhesivo instantáneo de la célula."
Cómo las bacterias reconocen las superficies y se adhieren a ellas
La bacteria Naulo Caulobacter tiene un motor giratorio en su envoltura celular con una protuberancia larga, el flagelo. La rotación del flagelo permite que las bacterias se muevan en líquidos. Para sorpresa de los investigadores, el rotor también se usa como un mecano-sensible órgano. La rotación del motor es impulsada por el flujo de protones en la célula a través de canales iónicos. Cuando las células de natación tocan las superficies, el motor se altera y se interrumpe el flujo de protones.
Los investigadores suponen que esta es la señal que desencadena la respuesta: la célula bacteriana ahora aumenta la síntesis de un segundo mensajero, que a su vez estimula la producción de una adhesina que ancla firmemente las bacterias en la superficie en unos pocos segundos."Este es un ejemplo impresionante de cuán rápida y específicamente las bacterias pueden cambiar su comportamiento cuando encuentran superficies", dice Jenal.
Mejor comprensión de las enfermedades infecciosas
"Aunque Caulobacter es una bacteria ambiental inofensiva, nuestros hallazgos son muy relevantes para la comprensión de las enfermedades infecciosas. Lo que descubrimos en Caulobacter también se aplica a los patógenos humanos importantes", dice Jenal. Para controlar y tratar mejor las infecciones,es obligatorio comprender mejor los procesos que ocurren durante estos primeros segundos después del contacto con la superficie.
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Materiales proporcionados por Universidad de Basilea . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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