Esta imagen en forma de corazón muestra dos células de cáncer de piel de ratón conectadas entre sí con actina, una proteína que forma parte del esqueleto celular. Los investigadores usan células de ratón como estas para descubrir los métodos moleculares que el cáncer emplea para invadir nuevos tejidos enel cuerpo. Resulta que la actina juega un papel esencial.
Las células pueden moverse de forma colectiva o independiente. El movimiento de una célula individual requiere una serie de pasos cuidadosamente controlados. Entre ellos, una célula debe romper los contactos con sus células vecinas y cambiar sus conexiones con las proteínas y fibras que la rodean. Además, debe detectar y seguir una ruta química a través del tejido en el que se encuentra. Para hacer esto, una célula cambia de forma, moldeando su membrana en aletas o pies llamados protuberancias que llegan en la dirección en la que viaja. Actina, entre una variedad de otras moléculas, participa en todos estos pasos, pero especialmente en el cambio de forma, cuando se reúne dentro de la membrana celular para ayudar a formar las protuberancias.
Las células cancerosas parecen expertas en secuestrar este sistema orquestado y usarlo para separarse primero del tumor original, luego viajar a través de los tejidos circundantes y llegar a la sangre, donde las células pueden dispersarse por todo el cuerpo e invadir otros órganos para comenzar nuevos tumores.Los científicos que buscan formas de interrumpir este proceso general sin dañar las células normales estudian las proteínas involucradas en cada paso, buscando proteínas o patrones inusuales que puedan resultar útiles como objetivos para nuevos medicamentos.
La propia actina es parte integral de demasiados procesos celulares para ser un buen objetivo, pero las moléculas que regulan la dinámica de la actina durante el movimiento celular, o tal vez incluso las moléculas maestras que están más arriba en la cadena de mando, podrían resultar más útiles.
Los investigadores pueden identificar diferencias en la regulación de la actina entre las células normales y cancerosas para ayudar a aclarar los mejores enfoques para el tratamiento.
Fuente de la historia :
Materiales proporcionado por NIH, Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales NIGMS . Nota: El contenido puede ser editado por estilo y longitud.
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