Investigadores de la Universidad de Berna han demostrado por primera vez en un experimento que también los animales no humanos intercambian diferentes tipos de favores. Los seres humanos comúnmente intercambian diferentes productos, lo que se considera una competencia central de nuestra especie. Sin embargo, esta capacidad esno exclusivamente humanos, ya que las ratas noruegas también intercambian diferentes productos. Siguen estrictamente el principio de "ojo por ojo", incluso cuando pagan con diferentes monedas, como el aseo o el aprovisionamiento de alimentos.
Los seres humanos cooperamos entre sí a diario y en diferentes escalas. Cooperamos, por ejemplo, abriendo la puerta a otros, tocando sinfonías, construyendo transbordadores espaciales o desarrollando planes para reducir el calentamiento global. Aunque se requiere un alto nivel de cooperaciónNuestra marca registrada, la cooperación no es exclusivamente humana. Muchos animales también se ayudan entre sí, como las abejas que manejan su colmena. La cooperación humana a menudo sigue la estrategia recíproca "Te ayudo porque tú me ayudaste antes". Se ha afirmado que esta cooperación recíproca es cognitivaexigente, especialmente cuando se intercambian diferentes productos.
El comercio de diferentes productos básicos es un componente fundamental de las interacciones humanas, que permite, por ejemplo, la división del trabajo, que es la base de nuestro éxito ecológico y económico. Se ha argumentado que las altas exigencias cognitivas de dicho comercio pueden obstaculizar la cooperación enPor el contrario, varios estudios de animales salvajes han sugerido un intercambio de diferentes productos, pero hasta ahora esto no se ha examinado mediante manipulaciones controladas del comportamiento de los sujetos de prueba.
Comercio con diferentes monedas
En un estudio experimental, Manon Schweinfurth y Michael Taborsky del Instituto de Ecología y Evolución de la Universidad de Berna probaron si las ratas noruegas comunes se dedican al intercambio recíproco de dos formas diferentes de ayuda, es decir, allogrooming y el aprovisionamiento de alimentos. Sus ratas de prueba experimentaronun socio que coopera o no en uno de los dos productos básicos. Para inducir el acicalamiento, los investigadores aplicaron agua salada en el cuello de las ratas de prueba, que es difícilmente accesible para el acicalamiento, por lo que se necesita la ayuda de un compañero.
Para inducir el aprovisionamiento de alimentos, las ratas compañeras podrían tirar de los alimentos hacia las ratas de prueba. Posteriormente, las ratas de prueba tuvieron la oportunidad de corresponder favores por parte del servicio alternativo, es decir, acomodar a la pareja después de recibir comida de él, o donar comida después de haber sido alojadas. Las ratas de prueba se prepararon con más frecuencia cooperando que los proveedores de alimentos que no cooperaron, y donaron alimentos con más frecuencia a socios que las habían preparado mucho antes. Aparentemente, intercambiaron estos dos servicios entre otros de acuerdo con las reglas de decisión de reciprocidad directa.
"Este resultado indica que el comercio recíproco entre animales no humanos puede estar mucho más extendido de lo que se supone actualmente. No se limita a especies de cerebro grande con capacidades cognitivas avanzadas", dice Manon Schweinfurth.
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Materiales proporcionado por Universidad de Berna . Nota: el contenido se puede editar por estilo y longitud.
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