Desde hace unos años correr está de moda. Pero hay una gran diferencia entre las exigencias físicas de correr unos kilómetros y hacer una maratón. Ahora los investigadores españoles han concluido que la genética juega un papel fundamental en el éxito a la hora de completar esta larga distancia.
Han pasado más de 2.500 años desde que Pheidippides, el héroe de la antigua Grecia, inspiró un evento deportivo moderno: el maratón. En su afán de imitarlo, miles de corredores participan en esta competencia cada semana, aprovechando que la mayoríaciudades del mundo fomentan la práctica de correr.
Sin embargo, competir en una maratón implica un enorme compromiso fisiológico de varios sistemas: respiratorio, cardiovascular y musculoesquelético. Esto lo explica Juan Del Coso, del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Camilo José Cela.
"Con respecto a las demandas musculares, completar un maratón requiere aproximadamente 30.000 pasos, mientras que las piernas absorben entre 1,5 y 3 veces el peso corporal del corredor en cada paso", dijo el investigador a SINC.
De esta manera, las contracciones de los músculos de las piernas, repetidas continuamente durante la competición para soportar el ritmo de la carrera, provocan un deterioro progresivo de las fibras musculares como consecuencia del esfuerzo muy intenso y prolongado.
Este daño muscular tiene dos consecuencias principales. Por un lado, el músculo dañado pierde la capacidad de producir fuerza, lo que está relacionado con la 'pared' -desmayos después del agotamiento de las reservas de energía- que apoyan a los corredores cuando han completado 35 km dela raza.
Además, las proteínas del músculo lesionado se liberan en la sangre, lo que permite cuantificar el desgaste midiendo la cantidad de creatina cinasa o mioglobina con una sola muestra de sangre.
"Una mayor concentración plasmática de estas proteínas significa que se ha producido un mayor daño de las fibras musculares y, por tanto, una mayor probabilidad de fatiga. Pero también puede estar relacionado con otros problemas médicos más complejos, como la lesión renal aguda, unaresultado de la acumulación de proteínas musculares en los túbulos renales ", agregó Del Coso.
en un estudio, publicado recientemente en la revista PLOS ONE , expertos del Laboratorio de Fisiología del Ejercicio analizaron a corredores de maratón con el objetivo de determinar la influencia de la genética en el daño muscular que se produce durante la prueba.
Esta investigación se basó en el hecho de que hay deportistas que completan el maratón con niveles muy bajos de deterioro muscular, mientras que otros llegan a la meta con profundos dolores musculares -aún cuando no existen diferencias de entrenamiento entre estos corredores.
La genética de los corredores de maratón
Los especialistas se enfocaron en siete genes relacionados con la función muscular en 71 corredores de maratón experimentados, a quienes se les realizaron análisis de sangre antes y después de la competencia y mediciones de la potencia del salto vertical y la percepción muscular.
A cada gen se le asignó una puntuación, en base a estudios previos, donde 0 indicaba que el polimorfismo de este gen no creaba una ventaja muscular para correr un maratón, 1 significaba un nivel estándar y 2 indicaba que el polimorfismo del gen confería resultados positivos.propiedades para soportar este esfuerzo a través de los músculos.
Como tal, los corredores con una puntuación alta -el máximo fue de 14 puntos- tenían una buena genética muscular para soportar las demandas musculares del maratón, mientras que una puntuación baja indicaba lo contrario.
Los resultados fueron concluyentes: los corredores con un puntaje genético más alto tenían niveles más bajos de creatina quinasa y mioglobina en la sangre, es decir, menos daño a las fibras musculares, en comparación con los corredores de maratón con un puntaje menos favorable.
Esta investigación abre el camino para el uso de la genética en el entrenamiento. "En un futuro cercano, los corredores de maratón podrán medir su perfil genético para saber qué tan preparados están para competir en un maratón y en otras pruebas de resistencia", resaltó.Del Coso.
Pero esto no es excusa para evitar competir en un maratón. Tener un perfil genético desfavorable solo implica que estos corredores "tendrán que hacer un entrenamiento específico para preparar sus músculos para enfrentar estas exigentes condiciones", concluyó la investigadora.
DESGLOSE: Un maratón legendario
Aunque la leyenda dice que Pheidippides corrió 42 km para llegar de Maratón a Atenas en Grecia, la realidad es que corrió más de 200 km en menos de 48 horas, algo para lo que estaba preparado ya que su profesión era corredor-mensajero.
En contraste con la creencia popular, la distancia exacta del maratón -42,195 km- se estableció en los Juegos Olímpicos de 1908, celebrados en Londres, y se basó en la distancia entre la ciudad de Windsor y el estadio White City de Londres.Se agregaron los últimos 195 metros para que el tramo final se realizara frente al palco presidencial del estadio.
Actualmente, la historia de Pheidippides fascina a los deportistas profesionales, pero, sobre todo, a los corredores amateurs que perciben como un reto físico y mental completar 42 km. Este nuevo estudio, en cambio, afirma que si tienes una buena genética muscular, te resultará más fácil emular hazañas tan legendarias.
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